El Círculo de Empresarios ha hecho pública su Toma de Posición sobre Sostenibilidad, a través de la cual hace un llamamiento, tanto a empresas como a legisladores, para que la transición hacia un modelo de bajas emisiones de CO2 y más sostenible en aspectos sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) se realice de forma realista y pragmática.
Asimismo, ha anunciado la creación de un Observatorio Empresarial ESG que tendrá como fin hacer un seguimiento de las principales tendencias que se generen en esta materia.
Este anuncio lo hizo el presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Sala, acompañado del presidente del Grupo de Trabajo de ESG del Círculo, Francisco Román, así como de los expertos de EY: Alberto Castilla y Alberto Andreu, socio de Sostenibilidad y de la práctica de ESG, y senior advisor para esta área, respectivamente.
La posición de España en Europa
EY ha sido la firma que ha contribuido al análisis de la situación en esta materia con la elaboración de un detallado estudio disponible en la web del Círculo.
Según el mismo, la empresa española obtiene a día de hoy una nota por encima de la media europea en los aspectos medioambientales, una nota media en la gobernanza y una nota por debajo de la media en los aspectos sociales.
Las recomendaciones
El Círculo valora como “positiva la adopción de la normativa procedente de la UE para impulsar este cambio, sobre todo cuando los incentivos económicos para empresas y ciudadanos no son evidentes en el corto plazo.
Ante un tsunami regulatorio que ya es una realidad, recomienda a las empresas ir construyendo progresivamente los instrumentos de supervisión y control de los órganos de gobierno hacia los órganos de gestión, incrementar el conocimiento y la profesionalización de los cuadros directivos en esta materia e identificar, más allá de la gestión de los riesgos, las nuevas oportunidades de nuevos negocios y mercados derivados de la sostenibilidad”.
Igualmente, se solicita de los legisladores y reguladores acciones concretas en materia de ESG para evitar la fragmentación del mercado interior que reste competitividad a la empresa española, y la creación de políticas públicas de incentivación y promoción de la sostenibilidad.
También se insta a los poderes públicos a incrementar la cooperación público-privada y a incorporar al colectivo empresarial en los debates técnicos que puedan surgir para trasponer al ordenamiento jurídico español el paquete regulatorio europeo en esta materia.