Draghi explicó que la entidad pronostica que la economía de la eurozona crecerá en un rango entre un -0,9 y un 0,1 % en 2013 frente al cálculo anterior adelantado en diciembre de entre el -0,9 y 0,3 % y declaró que los tipos de interés permanecerán por ahora inalterados.
El BCE observa riesgos a la baja para el crecimiento por la posibilidad de que la demanda interna y las exportaciones sean más débiles de lo esperado, así como que se produzca una implementación de las reformas estructurales en la zona del euro lenta o insuficiente.
El organismo pronosticó también que la inflación de la zona del euro se situará en una media del 1,6 % en 2013, en un rango que oscila entre el 1,2 y el 2 %, como en diciembre.