Estas cifras dejan para la recién estrenada capitalidad barcelonesa del móvil un buen sabor de boca y un reto que deberá culminar en 2018.
Según la organización de la Feria, la crisis ha parecido desaparecer durante la celebración del certamen. Las empresas participantes estuvieron cerrando negocios o haciendo contactos hasta última hora de ayer. A las cuatro de la tarde se cerraron puertas. Si las previsiones iniciales habían estimado una asistencia de 60.000 personas, el balance final supera en mucho ese dato: 70.000. El tirón de este congreso se lee en cifras: 55.000 en el Mobile del 2008, 49.000 en el 2009 y 60.000 en el 2010.
Dada la acogida de esta edición, 2.400 expositores y más de 3.500 altos ejecutivos que dirigen las principales empresas del mundo en tecnología, la organización ha decidido trasladar el congreso a los recintos de Gran Vía, con mucha más capacidad que las instalaciones de la plaza España.