Los mercados financieros globales continuaron mostrando un tono constructivo durante octubre, impulsados por beneficios corporativos sólidos en Estados Unidos y perspectivas de crecimiento global positivas, según el último informe mensual The Globe de Eurizon.
A pesar del cierre parcial del Gobierno estadounidense, que ha paralizado la publicación de numerosos datos oficiales, los indicadores de consumo y los resultados empresariales reflejan resiliencia en la economía norteamericana. En paralelo, la Reserva Federal ha reanudado su ciclo de bajadas de tipos tras un año de pausa, en un contexto de inflación moderada y tensiones comerciales limitadas.
En la Eurozona, el Banco Central Europeo mantiene una política monetaria neutral, con tipos acordes con la inflación. La actividad económica se ve impulsada por planes de gasto público en defensa e infraestructuras, especialmente en Alemania, mientras que la crisis política reciente en Francia ha tenido un efecto solo transitorio.
Durante el mes, el foco se situó en indicadores de alta frecuencia que han sustituido a los datos oficiales en EE. UU. Los índices de Indeed y ASA Staffing muestran una desaceleración del empleo y un aumento de la contratación temporal, mientras que el Redbook confirma un consumo sólido. El mercado inmobiliario también experimenta mejoras, con precios al alza y tipos hipotecarios en descenso. La Fed de Cleveland prevé una ligera moderación de la inflación, y el Indeed Wage Tracker apunta a una normalización de los salarios.
En los mercados financieros, las rentabilidades de la deuda soberana descendieron ligeramente, los diferenciales de crédito se mantienen reducidos, y la renta variable registró avances durante el mes. El euro se estabiliza en torno a 1,16 USD, el dólar podría mantenerse débil a corto plazo, y el petróleo ronda los 60 dólares por barril tras el alto el fuego en Gaza.
El informe de Eurizon refleja un escenario global equilibrado, donde la combinación de beneficios corporativos, políticas monetarias adaptadas y gasto público apuntala la confianza de los inversores, pese a la incertidumbre política y la falta de datos oficiales en Estados Unidos.