Entrevista a Inmaculada de Benito, Directora Turismo, Cultura y Deporte CEOE, para Moneda Única |
Su rostro se caracteriza por una sonrisa casi perenne y su mirada por la pasión de las personas que aman su profesión y la viven desde la experiencia. Tras su paso por Iberostar y diversas organizaciones empresariales hoteleras, Inmaculada de Benito, cogió las riendas del área de Turismo, Cultura y Deporte de CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) el pasado mes de enero. Lo hacía en el que quizá sea el peor momento en la historia del turismo en España. La pandemia ha arrasado al sector que ha pasado de representar el 12% del PIB a tan sólo el 4%. En una entrevista concedida a Moneda Única, De Benito se aleja de las previsiones utópicas y habla más que claro, “la campaña de verano no será buena y los ingresos serán más de un 50% inferiores a los de 2019”.
¿Qué perspectivas manejan en CEOE tanto para la temporada de verano como para el global de 2021 y 2022?
La temporada del 2021 no será buena. Esperamos llegar a cifras de ingresos inferiores al 50% en relación con el 2019. El año 2022, aunque es muy difícil hacer previsiones, esperamos sea mejor, recuperando la normalidad –entendiendo por normalidad niveles precovid- en el 2023. Sí que es cierto que para que todo esto ocurra se necesita estabilidad económica y financiera para generar confianza en los mercados y además recuperar la reputación de España, no sólo como destino seguro, sino como el mejor país del mundo para pasar las vacaciones.
A finales de mayo CEOE presentó Tourism Fast Truck, el plan de choque para la recuperación del turismo en España, ¿cuáles son las líneas maestras?
El plan Tourism Fast Truck contiene 3 tipos de medidas. El primer bloque dirigido por un lado a conseguir un plan de compensación para las empresas turísticas y por otro a facilitar la accesibilidad a los fondos europeos que llegarán.
El turismo ha sido el sector más damnificado por la pandemia. Se debe ser coherente en el reparto de los fondos destinados a ayudas directas compensatorias y al menos un tercio de estos tienen que ser destinados a las empresas turísticas. Estamos hablando de 100.000 millones de bajada del PIB turístico respecto al 2019. Una travesía desde un aportado al PIB del 12% hasta el 4%.
Si hacemos las cuentas, el sector debería ser compensado con una cuantía de 33.000 millones de euros. Sin embargo, estamos muy lejos de esa realidad. En paralelo, el acceso a los fondos Next Generation para mejorar la competitividad de las empresas y destinos españoles debe ser transparente, ágil y coherente a las necesidades de las empresas y requerimientos de los consumidores. No tenemos claridad todavía y es otra de las reivindicaciones que el plan presenta.
El segundo gran bloque, y no van por orden de importancia, es el relativo al relanzamiento de la industria turística. Dos palancas son imprescindibles: acelerar los niveles de vacunación -ahí el papel que pueden jugar las empresas es determinante para conseguirlo–, y recuperar la movilidad de forma segura y responsable. Son muy importantes todas las gestiones que en el marco exterior y geopolítico se están haciendo. Para los europeos, las stayactions tienen por destino España también.
Por último, pensando en el medio y largo plazo, los cambios que se prevén en la nueva economía postcovid no pueden ser factores limitantes a la competitividad de las empresas. Para que esto no sea así, la administración debe plantear un plan de acompañamiento a las empresas facilitando su operación. Un plan de impulso al turismo por segmentos de la demanda. Un programa de eficiencia en el gasto público que permita reducir las cargas de las empresas y mejorar la comunicación para optimizar la colaboración pública privada llevándola a un estadio más, al intercambio fluido y bidireccional de conocimiento, son las claves que planteamos.
El plan insiste en la necesidad de crear un fondo de “compensación” al turismo, así como en que un tercio de los EU Next Generation se destinen al sector. Sin embargo, por el momento, el Gobierno sólo ha anunciado que se destinarán 3.400 millones de euros en tres años, cuantía que se queda lejos de esos más de 46.000 millones que solicitan desde CEOE y corta si tenemos en cuenta que sólo Meliá, Iberostar, Riu y Barceló han presentado proyectos para la reconversión de doce destinos por valor de 2.000 millones de euros, ¿esperan que el Ejecutivo rectifique y amplíe esta cantidad?
Siempre trabajamos para generar valor a través de propuestas. Por ello, más que producirse cambios en un plan que ya esta siguiendo su tramitación en Bruselas y Estrasburgo, esperamos que el turismo se sitúe donde le corresponde siendo un sector estratégico de la economía y que, por tanto, esté presente en todas las acciones de la agenda transversal que el Gobierno desarrolla. Ha quedado patente que sin turismo no hay economía y sin economía no hay bienestar. Sobre eso hemos de trabajar, no volver al punto de partida de esta crisis.
¿Qué criterios se priorizarán en el plan de impulso por segmentos de demanda?
La agenda de las personas que se desplazan se ha convertido en algo transversal. Eso implica que la promoción y estrategias de visualización que veníamos desarrollando para los diferentes segmentos de la demanda están quedando obsoletas. Necesitamos actualizar, aportar flexibilidad, agilidad, sensaciones completas y diferenciación a ese turista postcovid que después de lo vivido quiere sentirse bien, pasar página en todo lo acontecido.
Por eso cada segmento debe tener su plan propio y al mismo tiempo todos deben estar relacionados. Cultura es patrimonio, pero también es gastronomía; el turismo con conciencia no afecta solo a las empresas, sino también a los destinos. Los servicios públicos deben ser adaptados para que las empresas puedan acelerar el cumplimiento de sus objetivos en muchas materias como por ejemplo la circularidad. Y ya, para contestarle de forma fiel, el gran criterio es conseguir en todos los productos la consistencia entre la experiencia del usuario y la del cliente.
¿Es suficiente la prórroga de los ERTE’s hasta el 30 de septiembre?
Las medidas de protección social deben ir adaptándose a la evolución de las circunstancias de la pandemia. Lo más importante es la flexibilidad, generar instrumentos que faciliten la contratación y que permitan recuperar el empleo, reducir los niveles de paro juvenil y conseguir un equilibrio inteligente en el talento de las empresas entre equipos senior y equipos jóvenes para ser más ágiles en la adaptación a las necesidades de los clientes.
El acuerdo sobre las exoneraciones se cerró in extremis… ¿está satisfecho el sector turístico?; ¿qué expectativas tienen sobre su impacto en la creación de empleo?
El sector empresarial turístico, al igual que otros sectores, quiere volver a la operación cuanto antes. Si hay demanda eso se dará. Las previsiones son llegar al 50% de flujos de viajeros, que no necesariamente va a implicar el 50% de ingresos, con relación al 2019. El empleo es directamente proporcional a la actividad. Las empresas se forman a partir de trabajadores y empresarios. Es el único binomio existente de generación de riqueza. El empleo probablemente será más alto del que correspondería con los niveles de demanda. El empresario cuida su talento y va a hacer todo lo posible por recuperarlo lo antes posible. Es pronto para dar datos, la demanda es la que marca el ritmo de empleo y de ingresos.
Muchos analistas apuntan a que la recuperación se producirá finalmente en forma de K, acrecentando las desigualdades. ¿Qué pasará con los pequeños hoteles? ¿Vamos hacia un ecosistema de grandes cadenas o franquicias?
El ecosistema empresarial esta evolucionando. No sólo por la recuperación en forma de K que puede darse, sino por la influencia de otros factores del mercado como la especialización, la diversificación, las nuevas herramientas de comercialización, los procesos de sucesión de las empresas y un largo etcétera. La pandemia probablemente lo que ha hecho es acelerar algunos de estos procesos haciendo que nuevas herramientas de financiación se estén poniendo en valor, herramientas que siempre han existido, pero que hasta ahora no se consideraban necesarias.
Ello nos llevará a una mayor concentración con toda seguridad. Las estructuras empresariales asset light ya son una realidad y la especialización en la gestión de grandes operadores consiguiendo economías de escala y estructuras más eficientes también ya existen. La consolidación de la concentración y la gestión se producirá al mismo ritmo que la recuperación.
¿Cuáles son las tendencias turísticas post-COVID (tanto en demanda como en oferta) ?; ¿vamos hacia un nuevo modelo turístico?
El sector turístico es el más resiliente y al mismo tiempo el más frágil de los sectores económicos. Eso ha hecho que siempre se haya venido adaptando las circunstancias económicas, de mercado y a los hábitos de los consumidores. Ahora estamos en otro momento de evolución, yo no hablaría de nuevo. Sí hablaría de cambio, de metamorfosis, de nuevos retos a los que el sector tiene que hacer frente. La mayoría ya estaban en marcha: la sostenibilidad, la introducción de la tecnología en los procesos productivos, la mejora de la cohesión territorial, la transferencia de bienestar a las comunidades donde operamos, pero la pandemia ha acelerado alguno de ellos. La digitalización de las empresas es uno de los procesos acelerados y el acercamiento de los procesos empresariales a las agendas de los organismos internacionales para conseguir la circularidad del turismo es otra de ella. No será un nuevo turismo, será el turismo que el momento que vivimos requiere.
¿A qué destinos debe mirar España para recuperar las posiciones de cabeza en la llegada de turistas internacionales?; ¿qué tipo de turismo debemos atraer?
Siempre hablamos de valor y no de cantidad. Por tanto, tenemos que hacer esa migración. No bastan los grandes números sino el valor que se genera, ese valor debe ser social, medioambiental y, por supuesto, económico. Todos los mercados con los que trabajamos deben migrar al valor sin renunciar a la cantidad. Es un reto colectivo de destinos y mercados emisores que seguro conseguiremos.
Otro de los grandes retos para el sector turístico es 2021 es la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Evidentemente ha sido un gran reto en términos burocráticos, procesos, exportaciones, trabajadores y adaptación de sistemas. Los ciudadanos del Reino Unido aman España y lo seguirán haciendo, estando dentro o fuera de la Unión Europea.
El hecho de que FITUR haya sido la primera feria que se ha celebrado tras la pandemia, ¿cobra un significado especial?
Por supuesto, le diría que ha sido hasta emocionante. El ver cómo volvíamos a una cierta normalidad, cómo había ilusión por vender y por comprar, cómo toda la cadena de valor está remando en la misma dirección. Esa unidad tan necesaria para gestionar la crisis, su recuperación y el posterior éxito.
La subida de la luz supone un nuevo golpe para el sector turístico en un momento en el que en el que tal y como se recoge en el Tourism Fast Truck las empresas del sector turístico necesitan reducir costes fijos…
Desde luego, ni el momento ni las circunstancias requieren un incremento de ningún coste fijo. El sector turístico es intensivo en consumo eléctrico por razones obvias, una exoneración para el sector sería muy necesaria para poder hacer factible la vuelta a la normalidad. Si hay menos ingresos y suben los costes, los números se vuelven de color rojo con las consecuencias que eso trae consigo. Para minimizar esas consecuencias debemos ir a números verdes. Esa es la cuestión.
Usted también es directora de Cultura y Deporte, que cada vez van más de la mano del turismo, ¿qué importancia cobran en la sociedad post-covid?; ¿qué incentivos se necesita poner en marcha para potenciar estos sectores y promocionarlos en el exterior?
La cultura y el deporte son dos grandes pilares del turismo. Dentro de esa experiencia 360 y de las estrategias de diversificación, juegan un papel central. También son clave en la cohesión territorial en el desarrollo económico de las ciudades y pueblos más apartados de las grandes urbes. Hemos trabajado un plan de recuperación para las ICC e industria del deporte. Necesitan incentivos fiscales para impulsar el consumo de cultura y deporte y necesitan las mismas herramientas de compensación que el resto de la cadena de valor del turismo.
Son sectores claves. La cultura y el deporte nos hacen mejores, como sociedad, como consumidores y como turistas. Aportan valor social y valor económico. Esa es la gran tarea que tenemos, no sólo ser sectores, sino convertirnos en unas grandes industrias la cultural y la deportiva. Ya lo somos, pero no estamos reconocidos. De cara al futuro, la ampliación de la cadena de valor del turismo es muy necesaria para impulsar la competitividad de las industrias de la cultura y el deporte.