Presidenta de CEOE internacional. |
“Hay que evitar medidas fiscales y laborales que perjudiquen la internacionalización”
Recién nombrada presidenta de CEOE Internacional, Marta Blanco tiene más que claro que la estrategia a seguir para mejorar la competitividad de la economía española pasa por la internacionalización. Por ello pide “compromiso” al Gobierno. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, conoce al dedillo el sector exterior, ya que a lo largo de su carrera ha formado parte de los Consejos de Administración de ICEX, Aena o CESCE entre otros. De carácter afable, su sonrisa y su mirada denotan la seguridad de aquellos que saben que caminar significa desdibujar fronteras.
Acaba de estrenarse como Presidenta de CEOE Internacional, ¿cuáles serán las líneas a seguir?
Mi principal objetivo, como Presidenta de CEOE INTERNACIONAL, es cumplir con el compromiso del Presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, de reforzar y complementar la labor desempeñada por el equipo de internacional en los últimos años. Esta labor ha permitido a la
CEOE convertirse en una plataforma de contactos privilegiada entre empresas e instituciones, tanto españolas como extranjeras, gracias a nuestra amplia red de contactos en España y en el exterior, donde disponemos de una red única de 150 organizaciones empresariales en 140 países. Solo el año pasado organizamos más de 180 encuentros y reuniones de carácter internacional. Queremos potenciar los servicios que prestamos a nuestras organizaciones y empresas miembros de CEOE, así como consolidar y dar más visibilidad a la presencia empresarial española en las organizaciones internacionales y convertir a la CEOE en un referente para las instituciones y centros de pensamiento en los temas de contenido relativos a la internacionalización de la empresa.
Todo apuntaba a que, tras la crisis, la internacionalización se había convertido en seña de identidad de la economía española. Sin embargo, los últimos datos muestran una caída en volumen de exportaciones. A su vez, la encuesta de coyuntura de la exportación arrojó buenos resultados a cierre de 2018, ¿cómo valora estos resultados?; ¿estamos ante un nuevo cambio de tendencia?
Si bien las exportaciones españolas disminuyeron durante los meses de noviembre (-0,3%) y en diciembre (-3,7%), no lo es menos Reino Unido (-9,1%), Alemania (-4,5%), Japón (-3,9%), Italia (-2,7%) y la Eurozona (-1,9%) registraron una tendencia parecida durante el último mes del año. Las razones de estos malos resultados subyacen en múltiples factores, entre los que podríamos destacar la ralentización del crecimiento económico de algunas grandes economías europeas, como la alemana o la italiana, el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, las tensiones proteccionistas y el enfriamiento de la economía china.
Más allá de estos factores coyunturales, observamos que el incremento anual de nuestras exportaciones no puede compensar desde 2016 el fuerte aumento de las importaciones, lo que está erosionando el saldo positivo de nuestra Balanza por Cuenta Corriente. A este proceso no solo contribuye el continuo deterioro de nuestro saldo negativo con los países extracomunitarios, sino también la disminución del saldo positivo con respecto a los países de la Eurozona y de la UE.
El Índice de Tendencia de Competitividad (ITC) a cierre de 2018 tampoco mueve al optimismo…
Es cierto que, salvo en la zona Euro, el ITC no ha evolucionado bien con respecto al resto de las regiones y países, y de forma especial con respecto a los BRICS, condicionado en parte por la apreciación del tipo de cambio del euro, pero se trata de un factor sobre el que nuestra influencia es nula.
Ahora que estamos a las puertas de unas elecciones generales, ¿qué pide al futuro Gobierno en políticas de internacionalización?; ¿cree que es suficiente con lo que se ha venido haciendo hasta ahora?
Nosotros pedimos compromiso con la internacionalización. Es una política fundamental para garantizar un crecimiento sostenido y sostenible de nuestra economía, mejorar la competitividad de nuestras empresas y generar empleo. En este sentido, hay que aumentar el apoyo a la internacionalización porque nuestras empresas están realizando un magnífico trabajo en el exterior. Y ese apoyo debe darse a través de instrumentos específicos pero también evitando medidas fiscales y laborales que reduzcan su competitividad.
¿Cuál es la estrategia que deben seguir las empresas españolas en el exterior ante lo que puede ser un cambio de ciclo?
No existe una única solución y depende de muchos factores, pero es indudable que las empresas españolas deberán persistir en sus esfuerzos de internacionalización porque es la única vía que tienen para seguir creciendo de una forma sostenible y competir en el mercado global. Ello implicará realizar esfuerzos en la especialización de sus productos y servicios, así como en la diversificación geográfica, que es fundamental para no depender del ciclo de crecimiento y de las tasas de crecimiento moderadas de una economía tan madura, como la europea.
¿Cree que las decisiones adoptadas en materia laboral durante la legislatura de Pedro Sánchez lastrarán o han lastrado el ímpetu de la internacionalización en las empresas españolas?
El presidente de la CEOE se ha manifestado sobre este asunto. Algunas medidas van en contra de la competitividad de las empresas. Y no olvidemos que competitividad e internacionalización son dos caras de la misma moneda.
Y las inversiones, ¿se verán afectadas?
Hay medidas que se han anunciado pero que luego no se han materializado. Sabemos que las decisiones sobre las inversiones tienen un periodo de maduración largo y, nuevamente, como ha señalado el presidente de la CEOE, la inestabilidad retrasa las decisiones empresariales.
¿Está lastrando el conflicto en Cataluña el interés de las empresas extranjeras en España?
En el primer semestre de 2018, la inversión total extranjera en España creció un 21,4% en términos brutos respecto al mismo periodo del año anterior, y en términos netos un 88,5%, tendencia que podemos calificar de positiva si tenemos en cuenta la contracción de la inversión mundial en ese mismo periodo. En cuanto a Cataluña, los datos nos dicen que la evolución de la inversión bruta no ha sido positiva, tanto en 2017 al descender un 39,7% con respecto al año 2016, como en el primer semestre de 2018, periodo en el que se registra una disminución de un 40,9% con respecto al primer semestre del año 2017. En este sentido, esperamos y deseamos que la tensión política en Cataluña remita y vuelva a la normalidad política e institucional.
¿A qué retos se enfrenta el sector exterior español?
Se puede resumir en dos. Uno de carácter interno y otro de carácter externo. Por un lado, es crucial que se reactiven las reformas encaminadas a mejorar el entorno de negocios y se apueste por la digitalización, la innovación, la educación y la formación, factores que determinarán cada vez más la competitividad de nuestras empresas. En un entorno de transformación continuo como el actual, en el que inciden la transformación tecnológica, la globalización y el desplazamiento del eje de la economía mundial hacia el Pacífico, nuestros responsables políticos deben concienciarse de que las reformas no solo deben obedecer a la necesidad de responder a situaciones coyunturales, sino formar parte de un proceso de mejora continuo, donde sepamos anticipar los grandes cambios. Por otro lado, nuestros mayores retos en el exterior son la inestabilidad política en ciertas regiones, el cuestionamiento abierto del multilateralismo, el proteccionismo y la fragmentación de los mercados con diferentes reglas y estándares.
¿Mejorará la diversificación de destinos de las exportaciones e inversiones españolas tas la firma de los acuerdos de libre comercio con Canadá, Japón y México?
Los acuerdos bilaterales que en los casos de Canadá y Japón ya han entrado en vigor, representan una gran oportunidad para que las empresas diversifiquen su presencia geográfica en el exterior. Para que ello sea así, estamos convencidos de que hay que reforzar la comunicación sobre las oportunidades que ofrecen estos acuerdos, sobre todo hacia las pequeñas y medianas empresas.
En un reciente encuentro en la sede de la Confederación destacó la importancia de las relaciones entre España y México. Pese a la rebaja de la previsión de crecimiento de las agencias de calificación ¿es buen momento para internacionalizarse en el país que preside Manuel López Obrador?
Es indudable que la llegada de Manuel López Obrador a la presidencia mexicana puede suponer un cambio de rumbo en la dirección de la política económica y de programas de desarrollo económico con respecto a la etapa anterior, pero México es un mercado estratégico para las empresas españolas, por la demografía del país, su potencial de crecimiento y su alto nivel de integración con el resto del mercado norteamericano.
Venezuela es otro de los focos de preocupación para CEOE. ¿Prevén un incremento mayor de desinversiones de empresas españolas?
La desinversión ya ha sido muy intensa en los últimos años y las inversiones se mantienen bajo mínimos.
Un estudio del IE Business School refleja que, pese a que las inversiones de las empresas españolas en Latinoamérica continuarán creciendo, la facturación se reducirá ocho puntos porcentuales con respecto a 2018. ¿Hacia dónde deben replantearse las inversiones en la región (sectores, países,…)?
Hay que tener en cuenta que nuestras inversiones en la subregión están muy condicionadas por la elevada concentración de nuestras inversiones en los ámbitos relacionados con las finanzas, las telecomunicaciones, la energía y las infraestructuras. En este tipo, puede que se produzca una concentración de las inversiones en los principales mercados latinoamericanos. En cuanto a otros sectores, es esencial que identifiquemos nichos de mercado con un alto crecimiento potencial y las oportunidades que ofrecen los acuerdos comerciales ya en vigor, de la Unión Europea con Perú, Colombia, Ecuador y Centroamérica, así como otros en proceso de negociación, como son Chile y México.
¿En qué medida impactará o ya está impactando la guerra comercial China – Estados Unidos al sector exterior español?
No tenemos datos suficientes para evaluarlo, pero es indudable que puede generar distorsiones en las cadenas de valor globales, provocar medidas compensatorias o desviación de comercio como consecuencia de incrementos arancelarios.
También es presidenta del Consejo de Turismo, Cultura y Deporte de CEOE, ¿pueden entenderse sin la internacionalización?; ¿cómo contribuyen a la expansión de la Marca España?
El turismo es una exportación de servicios y, por lo tanto, es parte de la cuenta corriente de este país. Además, muchas empresas turísticas han sido pioneras en la internacionalización, y siguen acometiendo proyectos en el exterior muy relevantes. Y en relación con la imagen de España en el exterior, el turismo, la cultura y el deporte son sectores que influyen muy positivamente.
Precisamente el turismo será lo que más sufra las consecuencias de otro de los riesgos que amenazan el sector exterior, el Brexit.
El Brexit ha introducido un factor de incertidumbre considerable, en muchos ámbitos y, es sin duda, unos de los principales asuntos que estamos trabajando tanto en CEOE Internacional como en el Consejo de Turismo, Cultura y Deporte.
Entre los ejes de CEOE se encuentra impulsar la internacionalización de las pymes y potenciar el efecto tractor.
La internacionalización de las pymes constituirá uno de los principales ejes de actuación de CEOE Internacional. En cuanto al efecto tractor de las empresas sobre las PYMES, es indudable que existe y debemos potenciarlo a través de los numerosos encuentros y reuniones que faciliten los contactos entre las grandes empresas y las PYMES.
Plataformas digitales e internacionalización, ¿primer paso para consolidar el número de exportadores regulares?
ICEX España Exportación e Inversiones está desarrollando programas específicos y colaborando con las agencias de promoción autonómicas con el fin de promover este tipo de iniciativas. Yo no hablaría tanto de consolidar el número de exportadores regulares, como de la necesidad de que aumente. Apenas representan el 25% del total de empresas exportadoras.