Australia - Moneda Única

Un mercado en transformación

La estimación del FMI para Australia daba por bueno un crecimiento económico del 2,8% en 2015, una previsión que superaba las de Reino Unido, Canadá, Suecia o Noruega, algunas de las economías más avanzadas del mundo. The Economist mejora esa previsión hasta el 2,9%. No obstante, como las exportaciones australianas tienen como principales destinos algunos de los mercados emergentes, se prevé que la desaceleración de países como China o India afecte negativamente al crecimiento del país. De hecho, el propio gobierno australiano anunciaba a mediados de diciembre su previsión de crecimiento al 2.5%.

La crisis global se dejó sentir en Australia aumentando las cifras del paro a registros nunca antes vistos en ese país, debido a la destrucción de empleo en el sector extractivo y la poca capacidad del sector construcción (residencial y retail).

Australia es el sexto país del mundo por extensión, y sin embargo está muy poco poblado, con una de las densidades más bajas del planeta. La gran mayoría de la población (88,4%) reside en las grandes ciudades como Sídney, Melbourne, Perth o Canberra, y es de origen muy diverso, aunque de mayoría europea y con comunidades asiáticas de relevancia en Sídney.

Exportaciones de Australia

A pesar de la caída de la balanza comercial australiana de 2013 a 2014, esta sigue siendo positiva por 12.436 millones de dólares, mientras que en el año anterior el superávit ascendió a 20.500 millones. La caída, además de a la desaceleración de China, se asocia a que la mayor fuente de ingresos por exportaciones procede de los minerales y los combustibles, cuya caída de precios a escala mundial afectó a Australia y devino en la depreciación de su moneda.

Los principales productos exportados en 2014 pertenecen al sector extractivo, que produjo más del 50% de las ventas al exterior de Australia. En los nueve primeros meses de 2015, sin embargo, lo que más exportó el país fueron automóviles, que sumaron 232.880,82 millones de dólares en ventas al exterior. La farmaquímica es el segundo sector que más exportó hasta septiembre de 2015, con 214.033,28 millones de dólares, y a continuación, en los puestos tercero y cuarto se encuentran el equipamiento de navegación aérea, con 147.789, 61 millones de dólares y las aeronaves, con 140.268,85 millones de dólares.

El mercado destino preferente para Australia hasta octubre de 2015 ha sido China, que compró bienes australianos hasta los 80.776 millones de dólares. China es, también, su principal proveedor, aunque la balanza arroja superávit para Australia, con ventas por valor de 46.765 millones de dólares. A distancia se sitúa Japón, con 43.027 millones de dólares comprados a Australia, mientras que su segundo proveedor es Estados Unidos, que registra ventas por valor de 23.849,00 millones de dólares.

En lo que se refiere a la balanza de servicios, hasta principios del siglo XXI, Australia mejoraba anualmente su superávit, ya que el sector de la educación para extranjeros seguido por el del turismo, iban mejorando sus registros cada año. Sin embargo, esta balanza se ha visto seriamente afectada por la crisis hasta presentar un déficit recurrente de casi diez mil millones de dólares en 2013. El 61,5% de sus exportaciones de servicios en ese año correspondieron a los viajes, seguidos muy de lejos por el de los transportes, con un 14,7%.

Relaciones bilaterales

Las relaciones entre Australia y España han ido estrechándose hasta la situación actual, que es la del mutuo interés de ambos países por consolidar sus vínculos comerciales. Las grandes multinacionales españolas de infraestructuras están presentes en los concursos y licitaciones convocadas por los distintos Estados y por el Gobierno Federal australiano. Así, empresas como Ferrovial, Gamesa o Elecnor hacen negocio construyendo en ese país. España ha mejorado, además, su posición en el ranking de proveedores a Australia hasta el puesto 18, el quinto país europeo, después de Alemania, Reino Unido, Italia y Francia, lugar nada desdeñable dada la distancia física entre ambos países y la enorme influencia de sus vecinos asiáticos.

La balanza comercial bilateral en 2014 fue positiva para España en 808.767 millones de euros, aunque con una importante caída en comparación con el registro récord de 2013, 2.058.795 millones de euros de saldo comercial positivo para nuestro país.

Existen varios convenios de comercio que facilitan las transacciones comerciales entre los nuestro país y Australia.

  • Convenio entre España y Australia sobre Seguridad Social, firmado en Madrid el 31 de enero de 2002 (BOE de 19 de diciembre de 2002). Entró en vigor el 1 de enero de 2003, un mes después del intercambio de las notificaciones del cumplimiento de las respectivas formalidades internas.
  • Acuerdo sobre Servicios Aéreos entre Australia y España, firmado en Canberra el 24 de junio de 2009, con ocasión de la visita de Estado de SSMM los Reyes a Australia.
  • Entre España y Australia existe Convenio para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuestos sobre la renta y protocolo, firmado el 24 de marzo de 1992 en la Sede del Parlamento en Canberra (BOE 29 de diciembre de 1992). En cuanto a los intereses y cánones, pueden someterse a tributación en el Estado contratante del que procedan aplicando un límite del 10%. Los dividendos también pueden someterse a tributación en el Estado contratante del que sea residente la sociedad pagadora, hasta un máximo del 15% de su importe bruto.

La pérdida de relevancia del sector minero australiano, sector que en el último decenio ha sido el principal origen de ingresos del país, ha propiciado que las inversiones del sector extractivo se redirijan otros sectores económicos, incrementando así en un 13% los ingresos en los hogares. También ha significado que el tipo de cambio del dólar australiano se reforzaba, en detrimento de otros sectores exportadores, como son las manufacturas y el sector agrícola. El gobierno elegido a finales de 2013 se encuentra volcado en la transformación del país de acuerdo con valores neoliberales. Así, el gobierno de Tony Abbott, ha reformado el sistema de pensiones (aumento de la edad de jubilación a los 67 años a partir de 2013 y de los 70 años desde 2035), suprimido las ayudas públicas a las empresas deficitarias (especialmente en el sector del automóvil) e incrementado la recaudación fiscal.

Asimismo, el gobierno ha puesto en marcha un ambicioso programa de inversiones en infraestructuras como estímulo para el crecimiento económico, además de descentralizar el gasto social y los ingresos fiscales destinados a su financiación.

Todos estos cambios redundan en una mayor variedad de los sectores de oportunidad en el mercado australiano, que son el sector de las infraestructuras, el agroalimentario, de tecnologías de la información, biotecnología, minero, de servicios financieros, energías renovables, la nanotecnología y el turismo.

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