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Opinión

España en el escaparate de la inversión mundial

Jose-Maria-Triper

José María Triper
Corresponsal económico de elEconomista.


Aunque el mensaje de Emilio Botín asegurando que “en España entra dinero por todas partes” pueda  tener algo de eufórico y exagerado, la realidad contundente de la cifras demuestra que la recuperación de la confianza de los inversores extranjeros en España es un hecho  incontestable, como demuestran los 18.750 millones de euros de entrada de inversiones directas -las que crean riqueza y empleo- en nuestro país que el Banco de España contabiliza entre enero y agosto de 2013, y que duplican a las registradas durante el ejercicio precedente.

Pero, ¿dónde y quién invierte ahora en España? Si analizamos los últimos informes elaborados por la Dirección General de Comercio e Inversiones del Ministerio de Economía, se observa que sólo tres sectores, los de Actividades Financieras y Seguros, la Industria Manufacturera y la Construcción, acaparan el 77 por ciento del total del capital productivo que llega a España procedente del extranjero con datos cerrados hasta junio y que no han sufrido variaciones sustanciales en los meses centrales del verano.

Operaciones como la entrada de los magnates de Colombia y  México, Glinski y Martínez, en el Banco de Sabadell, o la venta de Evo Bank al fondo norteamericano Apollo, han sido algunas de las operaciones más significativas en el sector financiero, que entre 2010 y el primer semestre de este año lleva acumulados 11,173 millones de capital procedente del exterior. Cifra que se verá sensiblemente aumentada con la venta de los bancos nacionalizados que está gestionando el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Y, dentro de estos tres grandes sectores son los bancos y los seguros no de vida en el área financiera; producción de aluminio, fabricación de equipos eléctricos  y electrónicos para vehículos y fabricación de pan, entre las manufacturas; y la fabricación de cubiertas y la promoción inmobiliaria dentro de la construcción.

Destaca especialmente el repunte en este último segmento de actividad, que parece apuntar una recuperación del mercado residencial, alentado también por la posibilidad de obtener el permiso de residencia en España a cambio de la compra de inmuebles que se incluye en la recientemente aprobada Ley de Emprendedores y su Internacionalización.

Al margen de los tres sectores líderes, en 2013 se producen también recuperaciones importantes en la llegada de inversiones exteriores en actividades como Hoteles y Alojamientos y Actividades de Clubes Deportivos, con entradas de capital de 273 y 455 millones de euros, respectivamente.

Pero el capital exterior que viene a España no sólo entra en cantidad sino también en calidad. Los registros del Ministerio de Economía muestran que el 90 por ciento de la posición inversora foránea en España está en manos de empresas participadas por extranjeros entre el 75 y el 100 por cien, cuyo stock es mayor de 50 millones de euros y tienen más de cien empleados. Y de ese total de  sociedades participadas, 1.320 empresas que representan el 32,2 por ciento, generan 1.181.370 puestos de trabajo, o lo que es lo mismo, un 95,5 por ciento de los 1.239.728 empleos creados en España por las empresas invertidas por capital extranjero.

La ligera recuperación de la economía española, avalada por la salida de la recesión en el tercer trimestre y la desaparición de las incertidumbres sobre el euro, es un factor importante a la hora de explicar este repunte de  la inversión exterior, que se ve apoyado, además, por el hecho de que los procesos de ajuste y las reformas en el mercado laboral han convertido a España en un país barato, tanto por el valor de las empresas como por la caída en los salarios, que los informes oficiales estiman en el 7,1 por ciento en términos reales desde 2010, frente a la subida superior al 3 por ciento en Alemania y en torno al 1,5 por ciento de media en la Eurozona.

Pero, además, y como resaltaba recientemente el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, nos encontramos con que Bill Gates “ha puesto a España en el mapa de la inversión mundial”. Y, efectivamente, al margen del monto económico, ese es el principal impacto de la operación por la que el multimillonario norteamericano Bill Gates compraba el 6 por ciento del capital de la constructora española Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), colocándose como segundo accionista de referencia, después de Esther Koplowitz. Y eso significa, nada más y nada menos, que el capital exterior va a seguir llegando. Una continuidad que también apuntan los analistas internacionales como el World Investment Prospects Surwey (WIPS). España, pues, está en el escaparate, gusta y es barata. ¡Hay quien dé más!

 

José María Triper
Corresponsal económico de elEconomista.

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