Juan Rosell - Moneda Única
Presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

“La recuperación de la economía española viene por la exportación”

Juan Rosell asumía, hace ahora dos años,  la presidencia de la CEOE. Era consciente de que lo hacía en unos momentos difíciles, tanto para España, inmersa en un crisis económica sin precedentes, como para la organización empresarial. Pero a este barcelonés, de 55 años, casado y con tres hijos, nunca le han asustado los retos. Empresario por vocación se graduó en ingeniería industrial en la Universidad Politécnica de Barcelona. También ha probado suerte en la política y junto a Juan Echevarría Puig fue uno de los promotores del partido político Solidaritat Catalana.

Hace poco se conmemoró el primer aniversario de la entrada en vigor de la Reforma Laboral. ¿Están ustedes satisfechos con los resultados o, como los sindicatos y la oposición, estiman que sólo ha servido para crear más paro?

La pregunta es ¿qué hubiera pasado si no la hubiéramos tenido? Pues, probablemente que la destrucción de empleo habría sido mucho mayor. Eso no quiere decir que sea la reforma definitiva. En Alemania se hicieron cuatro reformas y en España es la segunda, porque el Gobierno de Rodríguez Zapatero ya hizo una. Habrá que mejorarla. Vamos a ver las sentencias de los tribunales y a partir de aquí ver lo que se dice y clarificarla. Con destrucción de PIB el empleo no crece. Cuando el crecimiento sea positivo habrá mayores posibilidades porque esta es una reforma laboral que va por la vía de la flexiseguridad.

Clarificación, ¿en qué sentido?

Especialmente en el tema de las contrataciones. Todavía sigue habiendo 41 modalidades contractuales. Hemos de lograr que los empresarios y los que se quieran convertir en autónomos se conozcan de memoria la legislación laboral. Que no tengan que ir al experto de turno a preguntárselo. Es decir, contractos muy simples, muy claros,  muy concretos. Uno indefinido, otro a tiempo parcial y poca cosa más. Hay que conseguir que se contrate cuando se tenga necesidad de contratar.

En el tema de la contratación, ustedes han estado defendiendo la introducción en España de los minijobs alemanes.

Estamos en una situación excepcional, dramática. La destrucción de puestos de trabajo en España no tiene parangón en el mundo. Y ante esta situación dramática, y especialmente en el caso de los jóvenes, hay que poner propuestas encima de la mesa. Nosotros simplemente, en este caso, ni siquiera hacemos una propuesta, estamos explicando lo que han hecho otros países que han tenido resultados más o menos aceptables. Estamos explicando que en Alemania hay 4.600.000 personas con minijobs, con un salario muy bajo, es cierto, y trabajando dos o tres horas. Entonces decimos que estudiemos si esto es trasladable a España e introduzcamos la posibilidad de que pueda ser compatible con el cobro de algún subsidio. Pero nos encontramos con la reacción negativa por parte de los gobiernos y de los sindicatos. Y ante ese no, poco más podemos decir, sólo intentar convencerlos con documentación, con papeles, con experiencias, de que sinceramente esa es una solución.

Lo que parece cierto es que el principal problema para la recuperación y para la creación de empleo es la falta de financiación, que no fluye el crédito a la economía real.

La  reducción del crédito tanto a las familias como a las empresas en el último año osciló entre el ocho y el diez por ciento menos que en 2011, pero recordemos que en los últimos trimestres de 2006 el crecimiento del crédito en España estaba por encima del 25 por ciento. Si nos hemos endeudado, el sentido común dice que nos tenemos que desendeudar y estamos en ese proceso. Lo que ocurres es que, desgraciadamente, ese desendeudamiento viene acompañado de un crecimiento muy importante de la financiación pública y eso, al final, acaba de ahogar las posibilidades de financiación. Es cierto que hemos hecho tarde la necesaria reforma del sector financiero, pero ahora ya estamos prácticamente al final del camino y creo que a lo largo de este año, esperemos que lo antes posible, pueda haber ciertas posibilidades de liquidez en el sistema para devolver dinero circulante a las empresas.

También han sido especialmente críticos con la Administración y el funcionamiento del sector público y del funcionariado.

Nosotros lo que decimos es que hay 22.000 organismos públicos en este país y que hay que ver qué es lo que hacen. Hay más de ocho mil ayuntamientos, montones de empresas públicas en las autonomías y a nivel estatal, pues vamos a evaluar. Nuestra opinión respecto a los funcionarios y empleados públicos es, primero, que la mayoría de ellos son muy buenos. Segundo, que hay muchos y su crecimiento en los últimos años ha sido demasiado importante y, especialmente en los momentos de crisis, en lugar de ir hacia abajo, ha ido hacia arriba, tanto en número como en crecimiento de salarios. También es cierto que en los últimos años han hecho un esfuerzo importantísimo. Tercero, a mi me gustaría que su función fuese evaluada, auditada, que su salario no fuese fijo, sino fijo más variable. Y, finalmente, el punto más importante de todos, hemos asistido en las últimas décadas a un proceso de traspaso de competencias muy importantes, casi dos mil competencias en los últimos treinta años a las comunidades autónomas. Pues bien, muchos funcionarios y empleados públicos de la Administración Central se han quedado sin competencias, y si no hay competencias, no hay trabajo y si no hay trabajo, es preferible que no estén donde están y que reciban un subsidio y se les pueda reestructurar. Y en las administraciones locales y autonómicas, lo mismo. Esto es evaluación, esto es gestión, esto es dar pasos hacia delante; es decir hacer en la función pública lo mismo que estamos haciendo y que tenemos obligación de hacer en la empresa privada, porque si no lo hacemos cerramos.

En unos momentos en que la salida al exterior de las empresas es fundamental para la salida de la crisis, ustedes han anunciado la creación de CEOE Internacional. ¿Con qué objetivos?

El ICEX cada vez tiene menos fondos, las necesidades de apoyo a las empresas españolas en el extranjero cada vez son mayores y, por eso, vamos a poner en marcha una iniciativa estrictamente para apoyar a las empresas con toda la estructura que tenemos y en colaboración con el Gobierno. Tenemos identificados una quincena de países importantes y vamos a trabajar con las patronales de esos países. Ya tenemos montadas nuestras oficinas en el exterior. Y se trata de aprovechar nuestras sinergias de conocimiento y de colaboración con otras organizaciones empresariales en el mundo para ayudar a nuestras empresas. La recuperación de la economía española viene por la exportación y de ahí nuestra apuesta decidida por la internacionalización.

La gran asignatura pendiente de nuestra internacionalización sigue siendo la pyme. ¿Ayudará este iniciativa de CEOE a aprobar esta asignatura?

Sin duda. Nosotros vamos a intentar ayudar al subsector. En España exportan unas 120.000 empresas, regularmente unas 40.000, y queremos que se sumen muchas más.

Y, ¿esto no entra en competencia con las Cámaras de Comercio?

Las Cámaras harán lo que quieran, lo que puedan o lo que sepan. Son unas organizaciones de derecho público y nosotros pertenecemos al ámbito de lo privado. Nosotros nos movemos con organizaciones muy pequeñas, muy flexibles e intentado ofrecer resultados utilizando todas las sinergias que tenemos en el mundo, básicamente en los países latinoamericanos y en Europa.

Los últimos casos de corrupción en los partidos políticos, ¿están perjudicando la recuperación y la credibilidad exterior de España y sus empresas?

En el mes de enero teníamos muy buenas noticias a nivel internacional. Había costado muchos esfuerzos, y a muchos, el que España recuperase imagen a nivel internacional y todo esto, en un par de semanas nos lo hemos cargado. Porque han salido muchas supuestas informaciones que están encima de la mesa, que mucha gente las da como definitivas, y vamos a ser capaces para que, desde el punto de vista judicial se pase de la imputación a la acusación, y de ahí a la sentencia. Y todo esto nos gustaría que fuera muy rápido, porque una justicia cuando es lenta se vuelve injusta. En EE UU, el señor Madoff estaba en la cárcel en seis meses.

¿Considera suficientes la medidas que está tomando el Gobierno para atajarlo?

Todo lo que sea un ejercicio de transparencia con el dinero público me parece bien y cuanto más hagan mejor. Acabamos de hacer una ley de partidos políticos hace cuatro días, pues si la quieren cambiar, que la cambien, pero que la hagan definitiva y que sirva. Que se pongan de acuerdo, para eso están los políticos, y si no son capaces de hacerla que la haga un consultor que sepa de esto.

Hablemos de Cataluña. La deriva secesionista del gobierno de la Generalitat, ¿está provocando una división en el empresariado?

Desde el punto de vista empresarial en Cataluña vivimos una situación de malestar social, que existe desde hace bastante tiempo, y eso hay que abordarlo hablando entre los gobiernos y entre los ciudadanos. Ahora se ha iniciado una apuesta política compleja, que desde el punto de vista técnico y económico es muy difícil que llegue a término. Entre los empresarios catalanes hay algunos que tienen cierta ilusión por este proceso y otros que tienen una sensación de pánico, y entre uno y otro extremo estamos la mayoría. Lo que nos gustaría es saber cuál es la hoja de ruta, dónde nos lleva, si es posible o no, si nos acerca o nos aleja de Europa, qué consecuencias prácticas y teóricas tendríamos.

Pero en muchos sectores políticos y sociales de Cataluña, y también en el resto de España se critica la tibieza y la falta de contundencia de CEOE a la hora de dar una respuesta al proceso soberanista.

Los empresarios estamos para hacer muchas cosas, pero no para meternos en política. Estamos intentando salvaguardar nuestras empresas. Llevamos unos años muy complicados. En España en los últimos cuatro años se han destruido unas 200.000 empresas, el 20 por ciento en Cataluña, y en eso estamos, en preocuparnos de nuestras empresas, de nuestra caída de ventas, de hacer un esfuerzo terrible por exportar. Esas son nuestras principales preocupaciones.

¿Incluso si se va a una consulta ilegal?

Nosotros nos apuntamos siempre a la legalidad. Entonces, vamos a ver si entre todos somos capaces de hacer algo legal y nos ponemos todos de acuerdo.

¿Eso significa que apuestan por renegociar el pacto fiscal?

Nosotros creemos que Cataluña y el resto de las comunidades autónomas hemos de dar unas condiciones de juego y de integración dentro de España distintas a las que tenemos ahora. Creo que es un error eso del café para todos y habrá que modificarlo. Habrá autonomías que quieran asumir unas competencias y otras que no. Por tanto todo esto hay que reorganizarlo, hay que producir sinergias, qué es lo que pueden hacer unos y qué pueden hacer otros y cuánto es lo que cuesta eso.

Volviendo a temas laborales. Se han comentado mucho sus críticas a la EPA. ¿Porqué no se la cree?

En España cometemos un error y es que las cosas buenas no las sabemos vender y con las malas disfrutamos explicándolas. La EPA es una encuesta, 65.000 personas, y yo no tengo nada en contra de la EPA, lo que ocurre es que las encuestas, como con las de las elecciones yo me creo la votación, no las encuestas, y por eso no me creo la EPA. Estará muy bien hecha desde el punto de vista técnico, pero el resultado para mi no es aceptable. Yo me creo la votación y en este caso la votación es el registro del Ministerio. Ahí están apuntadas todas y cada una de las personas que quieren trabajar. Es cierto que hay una serie de grupos que podrían estar y no están incluidos, pero también están incluidas las jubilaciones anticipadas de personas que no tienen ninguna intención de volver a trabajar. Por tanto, los números del registro oficial son cinco millones de parados y los de la EPA son seis. Yo me creo los cinco porque es la cifra más cercana a la realidad.

También se han pronunciado manifiestamente en contra de la política fiscal de este gobierno, de las subidas de impuestos…

Con todos los gobiernos porque creemos que la solución para salir de la crisis no es incrementar los impuestos. A nosotros el Gobierno dijo que nos bajarían las cotizaciones sociales y no las han bajado, nadie nos dijo que subirían el IVA, que subirían el IRPF. Pero, ¿qué vamos a hacer? Lanzarnos a la calle, pues no. Los números no cuadran y cuando no cuadran hay que buscar dinero de otros sitios y el gobierno ha decidido ir por esta vía. Y nosotros confiamos en este Gobierno y en todos los gobiernos, porque creemos que hacen lo mejor que pueden hacer en cada momento. El presidente del Gobierno actual tiene sobre la mesa de operaciones a un enfermo con muchas enfermedades y muchas necesidades de intervención, por eso lo que tenemos que hacer es tener un poquito de confianza.

Y esta política fiscal, ¿no es una penalización al empleo?

Si, pero en este momento necesitamos más ingresos y probablemente la manera más fácil y más rápida de generarlos es esa, subir impuestos. La mejor manera de obtener más ingresos es que haya más actividad y que las empresas vuelvan a ganar dinero. En 2007 nuestros ingresos por impuesto de sociedades eran 44.000 millones y este año no llegarán a 14 o 15.000 millones. Era bueno cuando los empresarios pagábamos muchísimo dinero por impuesto de Sociedades, pues intentemos que haya más actividad. Yo creo que estamos casi en situación de estar planos y después empezaremos a crecer, muy lentamente pero empezaremos a crecer.

¿Piensa, entonces, como el Gobierno que este año será el último de la recesión?

Es que debe serlo porque llevamos ya muchos años malos y este 2013 tiene que ser el último porque si no, no vamos a aguantar sin que se generen gravísimos problemas de todo tipo. Hasta incluso un malestar social que es el preámbulo de un estallido social.

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