Si la situación continúa empeorando puede ocasionar la desaparición de más de 75.000 comercios.
Ante esta situación desde la Confederación Española de Comercio se exige la puesta en marcha de medidas urgentes que dinamicen el sector atendiendo especialmente a la situación crítica que atraviesa el pequeño y mediano comercio. “Es el momento de pensar y actuar sobre la auténtica economía real de este país, el pequeño comercio es un enfermo que se muere y necesita oxígeno con urgencia. La situación es realmente crítica y resulta muy difícil que los comerciantes puedan aguantar más bajo estas circunstancias”, apunta Manuel García Izquierdo, presidente de la organización.
Desde la CEC se rechaza cualquier medida que pueda contribuir aún más a la contención del consumo, en especial la subida de impuestos, y más concretamente el IVA.