De los mapas del África misteriosa en el celuloide - Moneda Única
Opinión

De los mapas del África misteriosa en el celuloide

Jesús-Centenera-(Ageron)

Jesús Centenera.
Ageron Internacional.


De los datos macroeconómicos sin desagregar

Me encantan esas pelis antiguas de aventureros en África, por sus guiones deliciosos, que se balancean entre la ingenuidad de la Arcadia perdida y la imbecilidad infantiloide y racista, pero en un marco extraordinario. Aunque la fotografía deja mucho que desear, África es inigualable, incluso en blanco y negro y con tomas antiguas, llamándonos siempre de vuelta a su seno, milenios después de que abandonáramos el paraíso terrenal en el Valle del Rift. Hay una simplificación de lo que representa la naturaleza salvaje, los pueblos africanos y el propio discurrir de la vida. Pero, lo mejor, sin ninguna duda, son esos mapas por los que mueren varios secundarios y que indican: «tribu de los Umbopa” o “territorio de los Kalimba”; “río (normalmente sin nombre, aunque acabaremos llamándole Alberto o Victoria, ¿no?); montañas Mondongorongo o Monte Mutia, etc.», que dejan perplejo y sin aliento al geógrafo que se esconde dentro de mí.

Esos datos, que parecen vitales para nuestros aventureros africanos, me recuerdan a la información macroeconómica que encontramos en algunos estudios de mercado o fichas-país, de los que me permito poner algunos ejemplos: el tanto por ciento de desempleo en la India (mi favorita): ¿Se imaginan al indio andando 100 km para apuntarse al desempleo? ¿Cobrará algún subsidio? ¿Le buscarán trabajo? ¿Será igual el desempleo en la zona tecnológica de Bangalore que entre los intocables de Calcuta o entre la población campesina de Uttar Pradesh? Basta comparar el desempleo entre regiones, franjas de edad o por sectores en esta España nuestra golpeada por el paro para entender lo irrelevante que es tener ese dato global en la India misteriosa. Como segundo ejemplo, podemos mencionar la cifra del PIB per cápita en dólares en Kenia o en Rusia. ¿Costará lo mismo una casa, un coche o una comida en España y en Kenia?  Claro que se podría dar la cifra de la Paridad de Poder Adquisitivo (o la broma que supone el índice McDonalds del precio de las hamburguesas), pero seguiríamos teniendo otros problemas como: ¿Dispondrán de la misma renta en los barrios de multimillonarios de Moscú que en los suburbios de Irkutsk o en los barrios mineros del Donbass? Como respuesta me dicen que se podría afinar utilizando el índice Gini de reparto de la riqueza, pero en los países de fuertes contrastes la cifra sin desagregar puede incluso conducirnos a error. Algo parecido pasa con la inflación, la división de actividad por sectores y casi toda la información que se presenta, que al final, para la mayoría de las pymes, no sirve para casi nada.

Como tampoco servían para nada esos mapas del celuloide, ya que no eran «una representación a escala de la realidad», detallada y concreta, que hubieran servido para orientarnos, sino un recurso cinematográfico. Aunque ¿no es verdad que se siente uno mucho más seguro al contar con información vital de dicho mapa inútil, sobre todo ante los peligrosos guerreros de la tribu de los Kalimba (aunque esta última palabra designe un tipo de instrumento musical)?

Jesús Centenera
Agerón Internacional.

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