Leonor Vargas
Directora Financiera de la Fundación de Estudios Bursátiles.
La desconfianza y la volatilidad han sido la tónica general durante este semestre en los mercados. Y este mes no ha sido una excepción. El índice ha logrado el peor resultado de su historia, perdiendo el nivel de los 10.000 puntos y cerrando el mes de junio en los 9.263 puntos, lo que supone una caída del 22,4% anual.
Ni las conclusiones de la reunión del G-20, ni los planes de ajuste sobre el déficit de la zona euro, ni algunos datos macroeconómicos mejor de lo esperado lograron salvar el semestre.
Al otro lado del Atlántico: La economía norteamericana parece convivir con noticias contradictorias. Por un lado están las declaraciones de la FED en las que auguran un crecimiento más lento y afirman que los problemas de déficit de algunos países del euro impactarán sobre EEUU y el mercado inmobiliario. Y por otro lado, la reunión que mantuvieron el Presidente Obama y Ben Bernanke sobre la evolución de la recuperación económica, donde ambos coincidieron en que «la economía se fortalece», pero aún se encuentra lejos de recuperar los ocho millones de puestos de trabajo perdidos durante la fase de recesión económica.
A esto se unen datos como las tasas de interés hipotecarias, que cayeron este mes a un nivel sin precedentes, mientras el mercado inmobiliario continúa saturado de viviendas sujetas a ejecuciones hipotecarias o depreciadas. O la confianza de los consumidores elaborada por The Conference Borrad, que ha caído con fuerza en el mes de junio, a 52,9 desde los 62,7 del mes de mayo, después de varios meses de subidas consecutivas.
En el Viejo Continente: Grecia sigue acaparando todas las miradas. El Gobierno griego prepara una ley para crear un fondo dotado con 10.000 millones de euros para capitalizar los bancos que lo requieran. El dinero provendrá de los países de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional.
Asimismo, los líderes del G-20 acordaron recortar el déficit y la deuda pública de los países y estas noticias consiguieron de alguna manera calmar ciertas incertidumbres.
El mercado está expectante debido a la finalización el 1 de julio del plazo para devolver los préstamos que les concedió el Banco Central Europeo (BCE) el año pasado. Sin embargo, en la subasta del BCE a tres meses, que se celebró a final de mes, los bancos de la eurozona solicitaron mucha menos financiación de la que se esperaba.
En cuanto a datos macroeconómicos, la inflación interanual bajó una décima en mayo en el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a causa de la ralentización de la subida acumulada en la energía, y quedó en el 2%. Y al contrario que en EEUU la confianza económica en la zona euro registró en junio una mejoría de tres décimas respecto al mes anterior, hasta situarse en 98,7 puntos, gracias al fuerte repunte registrado en España, donde la confianza subió 2,3 puntos, hasta los 90,9 enteros, convirtiéndose en el país con la mejor lectura de confianza en junio. El índice de desempleo en Alemania se situó en junio en el 7,5%, lo que representa un descenso del 0,2% con respecto al mismo mes del año anterior
En nuestro país la Reforma Laboral, la finalización para solicitar ayudas al FROB por parte de los SIP de las Cajas de Ahorros que quedan pendientes por integrar han marcado el último mes del semestre.
En relación a la integración de las Cajas parece que el mapa ha quedado cerrado con la aprobación por parte de la Comisión Ejecutiva del Banco de España de los planes de integración mediante SIP o Fusión Fría planteados por Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, Caja Insular de Canarias, Caja de Ávila, Caja de Segovia y Caja Rioja, por un lado, y de CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja de Extremadura, así como la integración de Caixanova y Caixa Galicia.
Además, en el sector bancario hemos visto como Crédit Mutuel ha comprado el 5% del Banco Popular. La francesa ha alcanzado un acuerdo con la española para crear una plataforma bancaria en España, Francia, Portugal y Alemania.
Las eléctricas se han visto perjudicadas este mes debido a las incertidumbres regulatorias que rodean el sector eléctrico español.
Entre los datos macro, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en España situó en junio su tasa anual en el 1,5%, tres décimas menos que en el mes anterior, en este comportamiento destacan la bajada de los precios de los carburantes y combustibles y la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas.
No fue buena noticia que el diferencial del bono español a diez años con el alemán para el mismo período volvió a dispararse por encima de los 200 puntos básicos, debido a la desconfianza generalizada existente.
El Euríbor, tipo de interés al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España, subió hasta 1,28%. El mayor nivel desde agosto de 2009.
En el mercado de divisas, el euro se cambia por 1,23 dólares. Y en las materias primas el petróleo Brent bajó hasta el nivel de los 75 dólares por barril, tras conocerse que los inventarios de crudo cayeron en 2,1 millones de barriles en EEUU frente al descenso de 900.000 barriles que esperaban los analistas.