Fernando Laviña-Richi presenta en este nuevo artículo sobre la Sostenibilidad e información no financiera los puntos a tener en cuenta en la estrategia de la internacionalización sostenible, cuestión que se abordará en profundidad durante IMEX-Madrid. Semana de la Internacionalización 2022 que se celebrará en Madrid desde el 18 al 22 de abril.
Para abordar los pasos que ha de segur una empresa para tratar de cumplir el reto de la sostenibilidad en su organización, no se puede excluir la mención de los aspectos relacionados con la información, las memorias y los requisitos derivados de la legislación sobre la Información no Financiera (INF).
En este artículo se ofrece un sucinto repaso sobre esta cuestión y se señalan las dificultades que se presentan a una pyme cuando tiene que decidir y escoger cómo comunica sus actividades que tienen que ver con la sostenibilidad.
Si se asume que los elementos de la sostenibilidad se incorporan de manera gradual en las estrategias de crecimiento internacional de la empresa, es importante que la empresa, además, incorpore desde el principio la comunicación de estas actividades en su memoria y en su divulgación.
Información no financiera
En el terreno de las memorias de sostenibilidad, su divulgación, y el consenso sobre qué información debe contener, es otro punto en el que todavía se puede mejorar mucho. Las distintas metodologías y enfoques para medir los impactos de las actividades relacionadas con la sostenibilidad pueden ser otro área de gestión de la empresa bajo la premisa de que “lo que no se mide, no se puede mejorar“.
Los responsables de las memorias de sostenibilidad tienen que afinar mucho, dada la diversidad y a veces disparidad de las metodologías, para encontrar y seleccionar los indicadores sobre los que comunicar especialmente cuando nos encontramos, a menudo, elementos intangibles que por su propia naturaleza son complicados de medir.
¿Criterios ASG u ODS?
Una primera consideración viene del diferente enfoque de las memorias. Algunas ponen su esfuerzo descriptivo desde una óptica de los criterios ASG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza) frente a los objetivos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
La gestión de estos últimos se focaliza en impactos externos a la empresa, con un enfoque proactivo de aprovechar oportunidades y gestionar y abordar riesgos derivados de los elementos sociales y medioambientales de la cadena de valor. También se fija en el diseño de productos, servicios o inversiones que puedan contribuir a cualquiera de los 17 objetivos. En este enfoque no se abordan elementos relacionados con la gobernanza, algo que es fundamental en el enfoque de la información según los criterios de la ASG. Parece importante incorporar el factor G, que describe cómo desde el gobierno corporativo de la empresa se explica, controla y se miden los impactos de una política sostenible.
Los aspectos de la innovación, tecnología etc., aparecen muy débil o marginalmente tratados en cualquiera de los dos enfoques algo que choca de manera frontal con muchas de las estrategias de crecimiento internacional de la empresa que se basan en la innovación como fuente de ventaja competitiva en los mercados internacionales. No es el objetivo de este artículo profundizar en esta debilidad.
Otra diferencia viene del diferente público objetivo al que van dirigidos. No es lo mismo hacer este tipo de memoria dedicada un grupo inversor, que buscar criterios de inversión sostenible, que una memoria dirigida a todos los grupos de interés.
También hay que aprender y tener en cuenta la curva de aprendizaje de las memorias de Responsabilidad Social, que tienen ya una tradición y un camino recorrido, aunque con un alcance más limitado que las actuales memorias de sostenibilidad.
Otro elemento importante es la presión regulatoria y la legislación que obliga en algunos casos y anima en otros a proporcionar la llamada información no financiera. Hay un gran impulso por parte de la UE en avanzar en esta normativa. Por supuesto, muchas instituciones internacionales, como la OCDE, también proporciona marcos teóricos para encuadrar y explicar la gestión de la sostenibilidad o de algunos de sus aspectos.
Diversas metodologías
Por último, otro factor que puede dificultar la redacción y alcance de las memorias de sostenibilidad viene derivada de la diversidad de metodologías y certificaciones relacionadas con esto. En sí mismo parece que el desarrollo de estas metodologías y certificaciones es un negocio creciente a nivel internacional, buscando cada una convertirse en el estándar internacional. Todas las grandes consultoras tienen una actividad muy lucrativa alrededor de estas memorias lo mismo que todas las empresas certificadoras.
Algunos analistas advierten que hay más de 500 certificaciones y varios miles de indicadores con alcances muy diferentes. Esta realidad supone una primera barrera para las pymes que quieran avanzar en las memorias de su política de sostenibilidad.
“No todo lo que se puede contar cuenta, ni todo lo que cuenta se puede contar”. Visto este panorama de divergencias sobre lo que hay que medir, lo que hay que contar, cómo medir y contar el impacto de las políticas de sostenibilidad, referimos a continuación un breve repaso sobre la situación.
A nivel internacional nos encontramos con tres iniciativas que han desarrollado sus metodologías para preparar y presentar las memorias, y que brevemente describimos manteniendo su nomenclatura inglesa.
- Global Reporting Initiative (GRI). Las memorias de sostenibilidad GRI son documentos o informes integrados de rendición de cuentas donde las empresas u organizaciones informan sobre su desempeño medioambiental, aspectos financieros y sociales de sus actividades productos y servicios. Es decir, tiene un enfoque amplio.
- Sustainability Standars Accounting Board (SASB). SASB es un estándar de memoria para identificar, gestionar e informar sobre los puntos e la sostenibilidad con mayor relevancia para los inversores. Esta organizado de forma sectorial con elementos de contabilidad, métricas y diversos protocolos. Se diferencia del anterior en que su público objetivo son los accionistas y en definitiva el mundo financiero.
- Integrated Reporting Framework (IRF) pone su foco en explicar cómo las organizaciones crean valor tanto a corto como a medio plazo. Además, tratan de explicar esa creación de valor desde el punto de vista financiero y no financiero. Desarrolla un moldeo que integra los llamados 6 capitales: financiero, productivo intelectual, humano, social y natural.
En noviembre del 2020, el SASB y el IIRC anunciaron su fusión en una institución denominada Value Reporting Foundation. Es una fusión que surge de la complementariedad de los enfoques, uno, el SASB, pone el énfasis en la producción de indicadores de sostenibilidad, de potencial impacto financiero sobre la empresa, y el otro propone como ideal la cuantificación de la contribución a seis capitales con una narrativa sobre estrategia, gobernanza, rendimiento y perspectivas de la empresa. Esta fusión se consolidará en una nueva iniciativa, la International Sustainability Standards Board (ISSB).
Si nos fijamos en las memorias desde la óptica, ASG, vemos cómo la parte medioambiental ha tenido muchos más desarrollo gracias a todas la iniciativas derivadas del cambio climático. Las más relevantes son: Carbon Disclosure Project (CDP) que promueve en particular la medición de los gases de efecto invernadero Climate Disclosure Standards Board; CDSB, con un esquema completo de medición de impacto ambiental Task Force on Climate-related Financial Disclosures y TCFD ofrece recomendaciones para la gestión y medición de riesgos derivados del cambio climático.
Regulación de memorias para EINF
Desde la UE se está impulsando de manera clara la necesidad de que desde la empresa se divulgue la información no financiera.
Regulación UE
En 2014 la UE formó la Directiva de la Unión Europea sobre el reporte de información no financiera (EU NFRD). Actualmente hay un grupo de trabajo establecido a finales del 2020 y liderado por el European Financial Reporting Advisory Group (EFRAG) para revisar la Directiva con el objeto de hacer recomendaciones sobre los estándares para esa información con la intención de regularlos para clarificar la confusión entre los existentes.
Los informes previos parece que las recomendaciones de este grupo no van a clarificar mucho al incluir en las exigencias elementos relacionados con la estrategia empresarial y los modelos de negocio, algo que por su propia dinámica parece que pueden ser difícil de divulgar.
Por supuesto la UE también ha avanzado con su propio reglamento de divulgación de las finanzas sostenibles en su regulación y recomendaciones en el marco específico de las finanzas, taxonomía financiera, etc.
Regulación en España
En España la regulación viene dada por la Ley 11/2018, de 28 de diciembre de 2018 por la que se modifica el Código de Comercio, el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, y la Ley 22/2015 de 20 de julio de Auditoría de Cuentas, en materia de información no financiera y diversidad.
En este marco legal se da un salto cualitativo en las exigencias formales de este tipo de información, al exigir que los administradores de la sociedad firmen y responden de la veracidad de esa información, del mismo modo que se exige con las cuentas anuales.
Otros actores
Hay otros actores como el WEF y organizaciones empresariales que, junto con las grandes consultoras, han desarrollado todo tipo de iniciativas, plataformas, comités etc.
Entre estas iniciativas se encuentran la Alianza para la Transparencia Corporativa (ACT en inglés); la iniciativa del Foro de Davos sobre la medición del capitalismo (en septiembre del 2020 se publicó el resultado en Measuring Stakeholder Capitalism Towards Common Metrics and Consistent Reporting of Sustainable Value Creation, que fue preparado por las cuatro grandes firmas de contaduría y auditoría públicas y de consultoría, Deloitte, EY, KPMG y PwC).
Varias agencias de evaluación de las prácticas, ambientales y de gobierno de las empresas como pueden ser Vigeo, GREBS y a nivel doméstico la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR); Forética o Sustentia, cada una con sus aportaciones, sellos, ranking, etc.
Por supuesto dentro de las ISO, nos encontramos varios desarrollos que tocan de manera directa o indirecta los aspectos ASG. ISO26000 sobre responsabilidad social corporativa, la ISO 14001 de identificación de riesgos ambientales, la OHSAS18001 y siguientes, sobre temas de gestión de salud y seguridad laboral.
La conclusión final será que existe un estado de confusión sobre la divulgación no financiera ya que:
- No hay consenso sobre el enfoque de la sostenibilidad en las memorias de las empresas.
- No está acotada la información que debe ser relevante.
- Los destinatarios de dichas informaciones son diversos y con objetivos contrapuestos.
- Las distintas metodologías se enfrentan a la necesidad de contar lo incontable.
Dicho de otra manera, existe una dificultad para establecer métricas consistentes para explicar los elementos intangibles. Es bueno tener certificaciones de sostenibilidad, pero tendremos que saber qué hay que certificar.
Por Fernando Laviña-Richi para Moneda Única.