Entrevista Ricard Cabedo, presidente de la Comisión de Comercio, Competitividad y Consumo de CEOE (C4) para Moneda Única en la que destaca:
- “Subir las cotizaciones es un lastre más para la competitividad”
- “La temporalidad bien utilizada es esencial para el comercio. No podemos renunciar a ella”
- “La presión regulatoria y fiscal es desmesurada. Necesitamos un marco adecuado para nuestro desarrollo, con menos trabas y rebajas fiscales”
- “El comercio electrónico es una grandísima oportunidad y abre una puerta al mundo, pero el gran reto a afrontar es hacerlo rentable”
- “Por cada millón de euros agregados en el comercio se crean 27 empleos en España”.
El Covid-19 ha supuesto un mazazo para el comercio. Una de cada cuatro empresas que tuvieron que cerrar sus puertas pertenecía a este sector y se perdió, de media, un 32% de la facturación. Sin embargo, ha demostrado ser resiliente y, como explica Ricard Cabedo, presidente de la Comisión de Comercio, Competitividad y Consumo (C4) de CEOE, en muchos de sus subsectores ya se han alcanzado los niveles prepandemia.
Curiosamente en un sector que representa el 13% del PIB y sostiene el 17% del empleo “la heterogeneidad es, precisamente, una de nuestras fortalezas”. Sin embargo, Cabedo es consciente de que queda mucho camino por recorrer y lo primero es mirarse al ombligo. Su labor al frente de la C4 es poner al comercio al lugar donde se merece y para ello cuenta con el apoyo de todos los actores, grandes superficies, distribución, supermercados y pequeño comercio. Además, es de los que puede presumir de tener una comunicación “fluida” tanto con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, como con la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, lo que “es un pilar fundamental tanto para mejorar la competitividad como para que se reconozca su importancia para el desarrollo económico”.
¿Qué perspectivas maneja el sector del comercio tanto para el cierre de 2021 como para el próximo año 2022? ¿Se empieza a ver la luz o, por el contrario, permaneceremos estancados en la incertidumbre?
En el sector del comercio al que represento miramos hacia delante con mucha fuerza. Entre otras cosas porque el consumo está mejorando, los datos del Black Friday y del puente de la constitución han sido buenos y hemos de decir que hay subsectores, la mayoría, que están ya a niveles pre-COVID.
Además, todavía hay una parte del ahorro embalsado que tiene que aflorar. Dicho esto, vemos la luz, pero desde la prudencia. Cuando empezábamos a remontar nos hemos encontrado con el estallido de una tormenta perfecta a nivel mundial que afecta a todos los sectores. El aumento de los costes de la energía, de las materias primas y el de los fletes, en especialmente los internacionales, y la nueva contracción del turismo internacional debido al surgimiento de los nuevos brotes, nos coloca ante un contexto complicado.
Estamos ante una situación de mucha incertidumbre, que cambia día tras día, por lo que debemos mantener la cautela.
Jerome Powell, presidente de la FED, la vicepresidenta del Gobierno de España, Nadia Calviño, y el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ya han advertido de que no será hasta bien entrado el año 2022 cuando la inflación empiece a retomar la senda de la normalidad. O lo que es lo mismo, nos mantendremos en niveles elevados hasta, como pronto, pasado el primer trimestre, ¿Cómo está afectando a la competitividad del comercio?
Pese al negativo impacto que la situación está teniendo en el comercio, estamos haciendo un enorme ejercicio de responsabilidad. En concreto, estamos asumiendo parte de ese incremento tanto por una constante y potente mejora de procesos en lo que también vamos de la mano de nuestros proveedores, como por la renuncia de parte de nuestra rentabilidad con el objetivo de no castigar al consumidor.
¿Y en el caso de la alimentación? ¿Se está también renunciando a esa rentabilidad? Porque según la OCU la cesta de la compra se ha encarecido un 21%
Precisamente es el comercio de alimentación el que está haciendo de dique de contención. El IPC de los alimentos fue del 3,2% frente al 5,6% general. Esto quiere decir que estamos absorbiendo de nuestros bolsillos 2,4 puntos de inflación. En cifras redondas hablamos de unos 2.000 millones de euros que no se están trasladando al consumidor vía PVP.
Si esto se alarga en el tiempo, ¿Qué opciones tiene el comercio?
La solución seguir explorando mejoras de procesos que contribuyan a reducir costes.
Pero la mejora de procesos requiere inversión y hay muchas empresas y negocios que todavía no pueden respirar por sí solos.
Efectivamente la mejora de procesos requiere de inversión en algunos casos. Pero en muchos otros es más permanecer en un estado mental de mejora continua.
En mi opinión, lo primero es interponer los medios mentales y después los físicos. Aunque suene a tópico, lo cierto es que de la angustia nace la creatividad y se potencia el talento. Las mejoras de productividad que estamos experimentando en los últimos meses han consistido más en reinventar los procesos, en hacer las cosas de manera más eficiente, y esto no tiene por qué ser costoso. A veces consiste sólo en la forma de llenar un palé.

¿Qué actuaciones consideran urgentes tanto para evitar un mayor impacto derivado de la situación actual como mejorar la competitividad?
La simplificación normativa es prioritaria. La presión regulatoria y fiscal que estamos padeciendo es desmesurada. En España un comercio está sometido a más de 3.000 normas entre municipales, autonómicas, estatales y comunitarias que suponen un coste al sector de 1.774 millones de euros al año. En este punto, apostamos de forma decidida por la declaración responsable y el silencio administrativo positivo, entre otras medidas.
En definitiva, necesitamos que se facilite la inversión, porque es lo que genera riqueza y empleo. Por otra parte, hay que afrontar el reto de la digitalización del sector, pero para ello necesitamos la complicidad de las distintas administraciones públicas. Aquí, me gustaría aclarar que cuando hablamos de digitalización, no hablamos únicamente de incorporar el comercio electrónico a los negocios, sino de digitalizar todos los procesos de la empresa. La empresa que se quede atrás en esto se quedará fuera del mercado.
¿Cree que se necesitará una nueva prórroga de los ERTE?
El empleo va de la mano del consumo que, como he comentado, va mejorando. En paralelo a ese avance las empresas tienen que contratar y lo estamos comprobando en los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social. Las perspectivas, a día de hoy son buenas. No obstante, todavía hay sectores y subsectores que continúan por debajo de los niveles COVID, es precisamente en estos en los que los ERTE -que han sido un gran mecanismo gracias al que se han salvado muchos negocios y puestos de trabajo-, tendrán que prorrogarse.
¿A qué se debe que pese a aportar en torno al 13% del PIB y sostener el 17% del empleo el comercio parece quedar relegado a un segundo plano?
El comercio es un sector estratégico y se ha demostrado durante la pandemia. Estamos en el pódium de la economía española y, no sólo eso, somos un sector netamente tractor.
Por cada millón de euros agregados en el comercio se crean 27 empleos en España. Sin embargo, es cierto, que estamos subrepresentados tanto en la agenda política como en la mediática. Pero en esto no debemos buscar culpables fuera. Debemos tirar de autocrítica, hacer una profunda reflexión y mirarnos a nosotros mismos, ya que somos el principal responsable de no ocupar el lugar que nos merecemos.
Es por ello por lo que nuestro presidente Antonio Garamendi creó esta comisión de Comercio, Competitividad y Consumo, la C4 en la que participan las principales asociaciones del sector ANGED (grandes superficies), ASEDAS (distribución), ACES (supermercados) y CEC (pequeño comercio), las cuales, dicho sea de paso, hacen una labor y un esfuerzo encomiables. El comercio necesita una voz fuerte y que ponga en valor nuestro peso en la sociedad y la economía española.
En noviembre Gobierno y sindicatos pactaron la subida progresiva de las cotizaciones, algo que choca frontalmente con la competitividad.
En un contexto en el que hay que incentivar el consumo este tipo de decisiones restan competitividad y por tanto frenan la inversión lo cual es negativo para cualquier economía. Subir las cotizaciones es un lastre mas que se suma a la presión regulatoria y fiscal.
Todo lo que vaya en contra de la competitividad de las empresas va también en contra de la creación de empleo, que es por lo que apostamos los empresarios.
Hace unos días CEOE presentaba el documento con las propuestas para acometer la reforma laboral donde se oponen a limitar la contratación temporal y defienden la prevalencia del convenio de empresa. ¿Qué impacto tendrán las medidas que ha aprobado y defienden Gobierno y sindicatos en el sector del comercio?
La Reforma Laboral es el principal punto a debatir a día de hoy. Estamos en un momento crucial. Siempre hemos creído en el diálogo y en la concertación social y, por tanto, vamos a seguir negociando, dialogando y buscando un ganar, ganar.
Dicho esto, me gustaría desterrar un falso mito. Persiste la idea de que el comercio es un sector que crea empleo precario y, sin embargo, es justo todo lo contrario, es un sector donde hay mucha estabilidad. Tal es así, que el 77,5% de los contratos que existen en España son fijos. Ahora bien, también es cierto que hay necesidades lógicas de temporalidad como el Black Friday, la Navidad, la Semana Santa y la temporada estival.
La temporalidad bien utilizada es muy importante para nuestro sector y no podemos renunciar a ella. Por otra parte, apostamos por la prevalencia del convenio de empresa. Esto no significa que no respetemos los convenios sectoriales, que vaya por delante que sí, creemos que los hay muy importantes, pero en el caso de las empresas en las que se ha negociado un convenio con los sindicatos, conociendo éstos la realidad de esa empresa, de sus empleados y sus procesos lo positivo es mantener esa prevalencia. Lo contrario podría suponer un riesgo para su sostenibilidad con las consecuencias que de ello se derivan.

¿Qué valoración hacen de la Ley Crea y Crece recientemente aprobada?; ¿será realmente efectiva para reducir la morosidad e incentivar la creación de empresas, especialmente en el sector del comercio?
En los países más desarrollados hay muchas y buenas empresas y en España necesitamos más empresas, de mayor tamaño y más competitivas. Por tanto, cualquier iniciativa legislativa que se dirija a impulsar la creación de empresas y facilitar su crecimiento es positiva, pero estamos expectantes ante cómo se traslada. No obstante, insisto en que lo primero de todo debe ser ponérselo fácil a las empresas que ya existimos.
Necesitamos un marco adecuado para nuestro desarrollo, con menos trabas burocráticas y normativas y rebajando la presión fiscal. Lo que no necesitamos en absoluto es gravar a las empresas y a los negocios con más impuestos como, por ejemplo, el de los envases de plástico no reutilizable que, para el comercio supone un coste de 245 millones de euros al año.
Pero, en un momento de trasformación hacia una economía y unas empresas más sostenibles, algo habrá que hacer.
La clave que, además refleja la realidad del comercio, es hacer más con menos. Llevamos muchos años trabajando en la economía circular. Desde la C4 hemos impulsado el estudio “El sector del comercio ante los ODS en España“, en el que hemos agrupado las buenas prácticas de sostenibilidad del sector y hemos lanzado un decálogo de cumplimiento de objetivos de la agenda 2030. El estudio demuestra cómo el comercio ha avanzado con hechos concretos, reales y medibles. Por su propia autorregulación y las buenas prácticas somos, sin lugar a dudas, un sector puntero.
Centrándonos en la internacionalización, ¿Cómo está funcionando para el comercio que representa el Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española 2021 – 2022 puesto en marcha por el Gobierno bajo la Estrategia 2017 – 2027?
Internacionalizarse es positivo por muchos factores, permite y es necesario para que las empresas puedan crecer y hacerlas más fuertes a la vez que es una oportunidad para nuestros proveedores que no sólo pueden vender nuestros productos fuera y generar nuevas vías para aumentar el volumen de negocio, sino que crean Marca España. Algo que es importantísimo. Por nombrar algunos ejemplos, tenemos a Inditex o Mango. Ahora bien, tenemos mucho margen de recorrido y mejora. Las empresas que están empezando a exportar, han dado el paso de internacionalizarse y tienen la capacidad de hacerlo deben hacerlo y se les debe poner fácil.
¿Ha sido el comercio electrónico la lanzadera para la internacionalización y las exportaciones del sector del comercio en España?
Antes de dar el salto hay que tener unos cimientos fuertes porque es lo que permitirá el desarrollo internacional. Igual se tarda un poco más, pero los pasos son mucho más firmes. Evidentemente el comercio electrónico es una grandísima oportunidad y una plataforma que abre una puerta al mundo, ahora bien, el gran reto a afrontar es hacerlo rentable.
¿Qué planes tienen desde la C4, la comisión que preside en CEOE, para mejorar la competitividad del comercio y su internacionalización?
Además de continuar con los encuentros estratégicos del sector del comercio que inauguramos el pasado noviembre en Sevilla y que el próximo año celebraremos en Valladolid, desde la C4 reivindicamos con datos y cifras la posición estratégica del sector. Para ello, trabajamos en torno a tres grandes ejes: contribuir a un sector comercio unido y fuerte; facilitar el desarrollo de empresas comerciales competitivas y sostenibles y lograr una mejor y más sencilla regulación comercial.
Bajo estos marcos hemos lanzado, entre otros, el primer documento de impacto económico del sector del comercio en España, algo que no existía hasta ese momento o el documento contra el hurto multi reincidente que cuesta 1.800 millones de euros cada año al sector pero que también supone una pérdida de 300 millones de euros de dinero público, que es el impacto de poner en marcha los engranajes policiales y judiciales para, en la mayoría de las ocasiones, no llegar a ningún sitio.
En paralelo, vamos a impulsar las áreas de promoción económica que ya se están legislando en algunas comunidades autónomas. En este sentido, hemos creado un documento de posición consensuado por el 100% de los integrantes y asociaciones de la C4, en el que defendemos que su desarrollo debe hacerse de forma ordenada y consensuada con el sector.
En alguna de sus intervenciones públicas se ha referido a la esencialidad del sector
Precisamente este es otro foco. Durante la pandemia se comprobó que somos un sector esencial, si el comercio se cae se cae el país, pero esta posición no está consolidada. Cuando ha habido que refrendarlo con hechos, como por ejemplo con el inicio de la campaña de vacunación, se olvidó la esencialidad. Se olvidó que cuatro millones de trabajadores del sector del comercio estaban expuestos. Se olvidó que el sector, a nivel de seguridad, se comportó de forma ejemplar gracias al esfuerzo de los trabajadores y a los 514 millones de euros en medidas que garantizasen la protección de empleados y clientes. ¿Cuántos brotes han surgido en el comercio?. Somos un entorno absolutamente seguro para nuestros trabajadores y nuestros clientes, si se complica la situación sanitaria tanto el Gobierno de España como los Gobiernos regionales han de tener en cuenta todo lo que hemos hecho y no paralizar la actividad del sector.
Para terminar, ¿Qué pide el sector del comercio al Gobierno para 2022?
Además, de que se consolide el carácter esencial del comercio a la que me he referido, una mayor simplificación administrativa, el plan de acción de declaración responsable, y frenar las nuevas figuras impositivas. Todo eso es clave para consolidar la recuperación económica y facilitar la inversión y, con ello, la creación de empleo.