¿Para qué sirve Bitcoin y qué es el halving? - Moneda Única
DigitalFinanzasOpinión

¿Para qué sirve Bitcoin y qué es el halving?

inversión-en-2020-eduardo-strech-ricou

Escrito de Eduardo Strecht Ricou, Analista Senior de Libertex, donde ofrece su posicionamiento sobre la inversión en Bitcoin.

A menudo me preguntan si tengo una opinión favorable o desfavorable en relación con mundo de las criptomonedas. Les contesto con una pregunta: “¿Sabes para qué sirve Bitcoin?”

El problema es que, a veces, me contestan que no saben “muy bien” para que sirve, pero que escucharon que se gana dinero comprando y vendiendo Bitcoin.

¿Qué es y para qué sirve el Bitcoin? una nueva revolución en el mundo tecnológico

Todos han oído hablar mucho acerca de este tipo de criptoactivos; el más famoso es Bitcoin, pero también hay Ripple y otras monedas digitales.

Bitcoin fue creado para la realización de pagos por Internet de una manera más rápida, segura y barata, además de ser un medio de pago descentralizado.

Blockchain es la base de todas las criptomonedas. Sin blockchain, Bitcoin no existiría

Blockchain es, básicamente, un libro de datos mundial que contiene todos los registros fiables, pues todas las transacciones son validadas antes que se componga un nuevo bloque. Se dice que es tan seguro que hasta gano el apodo de “protocolo de confianza”. Nadie lo reglamenta o lo controla, es expansible, solo basta validar los datos y registros que están protegidos por criptografía adelantada, no permitiendo que los datos de origen sean eliminados, revisados o modificados.

Por ser una nueva tecnología aún hay mucho por explorar y desarrollar: el tiempo de las transacciones debe disminuir, la validación de datos, la falta de supervisión y de regulación puede ser vista como demasiado libertaria, al mismo tiempo que se percibe como un peligro muy grande, pues los usuarios no están ni respaldados ni protegidos por nadie, ni por una corporación, entidad pública o estado en caso de que algo malo suceda -un hackeo, por ejemplo-.

El mining de Bitcoin implica el uso de distintos equipos y medios

El miner de cripto tiene un trabajo complejo por delante y es que, para el mining de Bitcoin se necesitan máquinas y ordenadores con mucha capacidad; en consecuencia, el coste energético para mantener las máquinas operacionales todo el tiempo, con el objetivo de obtener tokens es muy elevado.

Para minar Bitcoin necesitamos equipos como el ASIC, más comúnmente conocidos como Antminer, que ofrecen una tasa de TH/s bastante alta en comparación con las tarjetas gráficas (GPU). El primer problema es su elevado precio de adquisición, con un coste promedio de alrededor de 2.000 dólares. Está claro que los avances tecnológicos y nuevas soluciones van a reducir el coste de adquisición en el futuro, obligados los fabricantes de estos equipos a mejorar cada día sus máquinas. Todo esto porque estamos ante un evento muy importante para Bitcoin: el halving.

En pocas palabras, el proceso del halving no es más que la división a la mitad del valor de Bitcoin.

¿Cuál es el significado de la reducción a la mitad del bloque de Bitcoin?

La reducción a la mitad disminuye la cantidad de bitcoins nuevos, generados por bloque. Esto significa que el suministro de nuevos bitcoins es menor.

En el trading, una oferta más baja con una demanda estable, generalmente, conduce a precios más altos. Dado que la reducción a la mitad disminuye el suministro de nuevos bitcoins y la demanda generalmente se mantiene estable, la reducción a la mitad generalmente ha precedido a algunas de las alzas más grandes de Bitcoin. En 2012 y 2016 hubo dos divisiones. El concepto está desarrollado para tener una emisión de moneda programada e ir disminuyéndola con el tiempo y es por ello que se aplica el recorte de la recompensa de los miners.

El halving impacta en el mining de bitcoins, ya que al recortarse a la mitad la recompensa por bloques minados, la rentabilidad para mantener los equipos se ve afectada, debido a la caída en los ingresos de los miners.

El poder de procesamiento de la red de Bitcoin aumentará, sin duda alguna, con la llegada del halving y la llegada al mercado de nuevos miners, equipados con chips que pueden proveer mayor potencia y eficiencia. Algo que veremos con más frecuencia después del 12 de mayo, fecha del próximo halving.

Existe la hipótesis de que los miners y grupos de mining llegarán a desconectar sus equipos debido a las pérdidas que ocasionaría la llegada del halving. No obstante, como ya mencionamos, ese recorte de la emisión de monedas puede causar un aumento de precio tal, que logre equilibrar los cálculos económicos. Pero la duda se centra en cuánto tiempo tardará en llegar esta subida del precio de Bitcoin.

Por lo tanto, como no considero Bitcoin un activo, igualmente no lo considero una moneda tradicional y común que me permita comprar un café por la mañana, sin tener que me preocuparme con el cambio brusco de valor, con relación al dólar estadounidense.

Bitcoin es, sobre todo, un método de pago digital y descentralizado, rápido y seguro y accesible para todos.

Como expliqué anteriormente, el coste para el miner puede ser muy elevado, por ende, el cobro de comisiones en porcentaje del valor de Bitcoin es lo que va a crear la solución de operar Bitcoin en un sistema no regulado, para que los miners reciban la recompensa por sus servicios de criptografía. Con el coste de energía en la ecuación, es necesario tener en funcionamiento continuo los equipos.

Según un estudio realizado por el banco holandés ING, para validar una transacción de BTC se consumen 211 kWh. Dicho consumo tiene la capacidad de suministra energía a un hogar durante un mes; de ahí que las facturas eléctricas de aquellos que minan BTC sean tan altas.

Por eso, si el miner se queda con la mitad de sus bitcoins en el halving y con los altos costes de energía y la manutención de sus máquinas para el procesamiento de tokens, el miner solo sobrevive si el precio del Bitcoin sube y reequilibra la balanza coste/mining, aunque, hoy en día, se pueda minar Bitcoin en el Cloud Mining. Esto permite ejecutar el proceso de extracción sin que se requiera el uso de tantos recursos. El mining en la nube es más simple. Con un ordenador doméstico e Internet nos podemos conectar a la nube, procesar los algoritmos de forma remota sin la necesidad del uso de una máquina (hardware), pues es un tercero el que nos suministra la máquina, pero hay que pagarlo, por eso no es tan rentable, aunque se pueda reducir el coste de energía.

Así que traders e inversores tienen la oportunidad de comprar y vender Bitcoin, pero hay que tener en cuenta que la idea de cotizar Bitcoin desvirtuó mucho su concepto inicial. La entrada en escena de muchos especuladores y la ausencia de noticias consistentes en el mundo cripto trajo también mucho ruido y volatilidad a los mercados de criptodivisas, eliminando el factor de la estabilidad, que es tan necesario para una moneda global para el intercambio de bienes y servicios.

Después de la fiebre cripto de 2018, asistimos el año pasado a una correlación de Bitcoin con el oro, desde el mes de abril hasta noviembre de 2019. La teoría era que Bitcoin era igual que el oro, que tampoco tiene rendimiento o tasas de interés, siendo utilizado por grandes inversores como un instrumento de diversificación de carteras por activos de riesgo, llegando algunos analistas a colocar a Bitcoin como un instrumento de protección ante una turbulencia en los mercados financieros.

Lo que realmente pasó en estos últimos cuatro meses me lleva a la conclusión de que no hay correlación ni con el oro ni con otra cosa, por una simple razón: es una moneda digital, y lo que mueve el precio son sobre todo las noticias: si el proyecto de Libra sale adelante en Facebook y destronará a Bitcoin; qué pasará después del periodo de cuarentena; si la globalización frenará su ritmo y si volveremos al comercio regional y local lo que no será muy positivo para Bitcoin o si la nueva necesidad creada por el virus nos está lanzando cada vez más hacia al mundo digital y si esto será positivo para Bitcoin.

Estos son interrogantes para unos próximos meses llenos de incertidumbre y también de nuevas soluciones e inversiones, es decir, oportunidades.

Pero ojo, Bitcoin no es el dólar ni lo será en los próximos años por tres razones

La primera: para relanzar la economía, los estados y los bancos centrales tiene que seguir por un camino de expansión y crecimiento y eso implica la emisión de dinero, mucho dinero.

La segunda razón, el dólar en estos últimos meses se mostró altamente eficaz para solucionar los pagos de mercancía con el planeta prácticamente encerrado en casa.

La tercera razón es la altísima volatilidad. Si bien Bitcoin, después del desplome de inicios de marzo, logró recuperarse hasta los 7.500 dólares -aunque no creo que vaya a despegar como el oro-. Veo al dólar, por medición del índice dólar (canasta de seis divisas contra el dólar), con una tendencia muy estable y reducida volatilidad, algo que es más que esencial en momentos de mucha turbulencia en los mercados financieros e incertidumbre total para el futuro cercano.

En pocas palabras, creo en el concepto como inversor; es muy atractivo para el futuro, pero hay riesgos de volatilidad en el precio, de ser nuevo, de ser destronado por la Libra de Facebook o de no ser aceptado y utilizado a gran escala para el pago de bienes y servicios. Para los traders, no solo es muy importante hacer un seguimiento de las noticias que tiene un gran impacto en el precio de Bitcoin, también lo es el análisis de gráficas, que nos ayuda a entender cómo reaccionó el público en determinados momentos del mercado con relación a Bitcoin.

Escrito por Eduardo Strecht Ricou, analista Senior de Libertex

Compartir
Etiquetas: