Presidente de Foment del Treball y vicepresidente de CEOE. |
“La empresa local hoy debe tener mentalidad global si quiere sobrevivir”
Presidente de Foment del Treball desde 2011, vicepresidente de la CEOE y de la Comisión de Relaciones Internacionales de la patronal, Joaquim Gay de Montellá es fundamentalmente un hombre de empresa. De fácil conversación y con las ideas claras y fimes, este catalán de nacimiento, convicción y sentimiento es licenciado en Derecho y diplomado en Dirección General de Empresas por el IESE. Su trayectoria profesional siempre ha estado vinculada al mundo financiero desde los extintos Banca Masaveu y Banco Condal, hasta el ABN Amro Bank, donde fue director para Cataluña, Aragón y Baleares. En 2001, de la mano de Isidro Fainé, se incorpora a Acesa, predecesora de la actual Abertis, donde fue adjunto al consejero delegado y director general de su filial Abertis Logística.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, afirmaba recientemente que es el momento de subir los sueldos. ¿Ha llegado la hora de relajar la moderación salarial y de recuperar el poder adquisitivo?
Desde que la economía dio muestras de haber entrado en una fase de recuperación estable, hemos venido diciendo que, empresa a empresa y sector a sector, se deben evaluar las opciones de incrementar los salarios en función de la productividad. De este modo, se consolida también la recuperación.
Desde los sindicatos mayoritarios se empieza a hablar de un “estallido social” si la recuperación no empieza a llegar a las familias y a las pymes. ¿Estamos en vísperas de una etapa de conflictividad y de desencuentros en la negociación social?
Los sindicatos han hecho un gran esfuerzo a lo largo de los años más duros de la crisis y debemos reconocerlo. Las organizaciones empresariales también hemos hecho un esfuerzo considerable en unos años en que la mortalidad empresarial ha sido enorme y la destrucción de puestos de trabajo consiguiente ha sido alarmante. Y a pesar de haber pasado estos años tan difíciles, sindicatos y organizaciones empresariales hemos conseguido que no haya decaído el diálogo social. Al contrario, hemos comprendido la necesidad de intensificarlo. Ahí están los buenos resultados que en Cataluña han dado los Acuerdos Interprofesionales (2011 y 2015) y a nivel global los Acuerdos para el Empleo y la Negociación Colectiva (2012 y 2015). Ese es el camino que debemos todos seguir: diálogo, negociación y pacto.
¿El compromiso del Ministro de Economía en Bruselas de establecer en 2017 un tipo mínimo de los pagos cuenta en Sociedades para elevar la recaudación y cumplir el déficit ¿Cómo puede repercutir en la inversión y en la creación de empleo?
Claramente, ya hemos advertido que adelantar el pago del Impuesto de Sociedades puede suponer menos y peor financiación para las empresas, lo cual es algo muy negativo en estos momentos. Se trata de una medida que si se prolonga demasiado en el tiempo podría afectar a la viabilidad de las empresas y ello perjudica a la creación de empleo.
¿Cómo prevén, desde la perspectiva empresarial, la evolución a corto plazo de la economía española, tras el agotamiento de los factores externos?
Como se observa, la economía española va a continuar con un crecimiento potente, aunque ligeramente inferior, por el agotamiento de estos factores externos en nuestra economía, pero continuará con los factores endógenos derivados de un potente crecimiento del empleo del orden de 500.000 puestos de trabajo; la continuidad en el crecimiento de nuestras exportaciones por las mejoras de competitividad obtenidas, y un repunte incipiente del sector de la construcción, y más en concreto del mercado inmobiliario.
¿Consideran viable el cumplimiento de los objetivos de déficit?
En los últimos días hemos visto ya al Gobierno solicitar una prórroga de dos años para poder cumplir con el déficit. Este año se va a incumplir y está en duda que se puedan cumplir los objetivos ambiciosos fijados para 2017. No es que lo digamos las organizaciones empresariales, es que se trata de una realidad objetiva. Siempre hemos dicho que, ahora, el cumplimiento de los objetivos de déficit es el mayor reto que tiene España y que se debe cumplir con nuestros socios europeos en beneficio mutuo. El nuevo Gobierno debe consolidar la agenda reformista y con el claro objetivo de cumplir con los objetivos de déficit.
El desequilibrio de las cuentas de la Seguridad Social está poniendo en cuestión la sostenibilidad del sistema de pensiones ¿Qué proponen desde Foment y CEOE para garantizar el futuro del sistema?
Esta es una cuestión que debe tratarse con serenidad, pero con determinación. Sin lugar a dudas la modificación del modelo demográfico, con la incipiente jubilación de las personas del “baby boom” en España, tensarán el sistema, a la vez que hay que recuperar el empleo que se destruyó durante la pasada e intensa crisis. A partir del 2018 el sistema de la Seguridad Social no podrá contar con reservas y sólo se podrá mantener si se crean más de dos millones de puestos de trabajo. Adicionalmente, debe revisarse el sistema para garantizar su sostenibilidad, sin apriorismos y sin posiciones partidistas, sino mediante la búsqueda del consenso a través del Pacto de Toledo. En esta cuestión lo relevante no son las posiciones de parte, sino la posición común que hay que lograr mediante dicho instrumento.
¿Cuál será el impacto del Brexit sobre las exportaciones y las inversiones españolas en el Reino Unido?
Aún es pronto para poder determinar exactamente la implicación económica, política y social que va a tener la salida del Reino Unido de la Unión Europea, más allá de las consecuencias de la importante depreciación de la libra esterlina ya conocida. Va a depender de cómo se lleven a cabo las negociaciones y cuál sea su resultado. Depende de si hay un buen acuerdo o no lo hay para ambas partes. Podemos imaginar como bueno un acuerdo tipo Noruega, con un importante acceso del RU al mercado único y aceptando la movilidad de personas; podemos imaginar un acuerdo no tan bueno a base de acuerdos bilaterales; o podemos imaginar que no hay acuerdo y que las relaciones entre ambas partes deberían regirse por las normas de la OMC. Tomando como referencia el año 2015, las exportaciones al Reino Unido representan el 7,3 por ciento del total para España, mientras que las importaciones constituyen el 4,6 por ciento. En los últimos tres años, ha ocupado entre la tercera y la quinta posición en el ranking de los principales países de destino de las exportaciones españolas, por lo que está claro que es un mercado importante para nuestras empresas, sin olvidar que constituye el primer mercado emisor de turistas extranjeros a España. Hay que esperar el mejor de los acuerdos.
El sector exterior está siendo uno de los pilares de la recuperación y está sentando las bases del cambio del modelo productivo. ¿La internacionalización de nuestras empresas ha llegado para quedarse?
Sin lugar a dudas. Una característica tradicional de nuestras exportaciones, y que ahora parece que no se reproduce, es que algunas empresas han recurrido al mercado exterior cuando el mercado interior caía. En cambio, ahora contemplamos una demanda interna muy potente con una continuidad de nuestro sector exportador, como muestran los datos de las empresas exportadoras regulares en los últimos años. Hoy la empresa local debe tener mentalidad global si quiere sobrevivir, por lo que la internacionalización cada vez más va siendo inherente a la misma actividad empresarial.
Como presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la CEOE ¿cuáles son, a su juicio, las asignaturas pendientes de nuestra internacionalización?
Consideramos primordial aumentar la base exportadora, diversificar los mercados e incrementar el valor añadido de nuestros productos. Estamos trabajando muy intensamente en la apertura de nuevos destinos y estamos impulsando, a menudo en colaboración con la Administración, instrumentos de financiación y de apoyo sobre todo para las pymes que quieren dar el paso e internacionalizarse. Y, además, debemos ayudar a las empresas que ya se han lanzado a exportar a que mantengan esta actividad, a que se conviertan en exportadores regulares. Paralelamente, hay que promover el incremento del tamaño empresarial para que cada vez sean más las que alcancen la masa crítica necesaria para internacionalizarse.
El proceso independentista ¿cómo está afectando a las empresas en Cataluña? ¿Hay paralización de inversiones o deslocalizaciones?
La agitación de la vida política e institucional de Cataluña que han protagonizado en los últimos cuatro años las propuestas independentistas es cierto que aparentemente no han pasado una factura considerable a la economía. Pero también es cierto, y como presidente de la organización empresarial de Cataluña lo sé de buena tinta, que cada vez son más las empresas que tienen preparados planes de contingencia o que directamente se están replanteando inversiones. Eso es así. También hay que tener presente que el referéndum por la independencia de Escocia y el del Brexit en Reino Unido, cuestionan la oportunidad del proceso soberanista en Cataluña.
Desde el punto de vista de Foment ¿qué piden a los partidos políticos y a los gobiernos para normalizar las relaciones entre Cataluña y el Estado?
Reclamamos lo que es lógico reclamar a nuestros poderes públicos y a los partidos: que desde la lealtad institucional y el respeto a la legalidad vigente lleguen a acuerdos positivos para el gobierno de lo común a través del diálogo, la negociación y el pacto. España es un estado moderno y fuerte y puede y debe abordar ya uno de los mayores problemas que ahora le acecha y que no es otro que el reencaje político y social de Cataluña. España necesita a Cataluña y Cataluña necesita estar en España. A partir de ahí, el acuerdo debe ser posible. España es el motor económico y laboral de Europa y debe ganar posiciones e influencia en la administración europea. Con la salida del Reino Unido, el peso de Europa se traslada al continente y al Sur de Europa. España tiene un papel principal.
¿Cómo evoluciona el contencioso con PIMEC sobre la representatividad de las organizaciones empresariales catalanas? ¿Hay una división en el empresariado catalán?
No hay ninguna división en el empresariado catalán. Sí que hay, a nuestro entender, una actitud equivocada de una organización empresarial y, en algunos momentos, una actitud contradictoria del Govern de Catalunya respecto al reparto de la representatividad. En el Foment nos remitimos a la resolución de diciembre de 2013 que establecía un reparto del 60% para el Foment, el 25% para Pimec y el 15% para Fepime, las tres organizaciones más representativas que hay en Catalunya. A partir de ahí, Pimec se empecina en sostener una actitud que parece que no conduce a ningún lado a tenor de los sucesivos fallos judiciales que siempre dan la razón al punto de vista que sostenemos en el Foment. Continuamos pensando que la integración de las organizaciones en Foment es, sin duda, el camino. Las actitudes personalistas de presidentes de organizaciones que llevan más de 20 años al frente de las mismas no son creíbles ni imparciales. En cualquier caso, nuestra voluntad es siempre la de cooperar y establecer una relación de entendimiento a favor de las empresas de Cataluña y, la verdad, es que a pesar de esta controversia, con Pimec, Fepime y las organizaciones sindicales mantenemos una vía de diálogo que lleva a acuerdos positivos, como por ejemplo el último Acuerdo Interprofesional de Catalunya.