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Economía

El PIB mundial crecerá un 2,8% en 2016

El crecimiento global continuará siendo limitado, por debajo del +3%, sin ninguna aceleración remarcable: las previsiones del crecimiento del PIB son de un 2,8% en 2016 y un 3% en 2017. Los siete factores claves de la actividad económica seguirán siendo muy bajos. Sin embargo, se espera que el comercio aumente su valor un +0,9% este año, y que la inversión privada comience a recuperarse en las economías avanzadas. Los mercados emergentes expuestos a las turbulencias de China, las subidas de los tipos de interés de la FED en Estados Unidos y los precios de las materias primas, serán los más vulnerables.

Las insolvencias en las empresas crecerán en un +1% en todo el mundo este año, el primer aumento desde 2009. Solunion, la compañía experta en seguros de crédito, analiza las tendencias del mercado, el consumo, la inversión y otros factores que afectarán al crecimiento del PIB en 2016, a partir de los datos del último informe de su accionista Euler Hermes, “Los siete enanitos del crecimiento global”. Según el estudio, el PIB mundial solo crecerá un 2,8% en 2016 y no alcanzará el 3% hasta 2017. “La buena noticia es que la inversión privada por fin se está despertando en las economías avanzadas y puede apoyar el crecimiento”, comenta Ludovic Subran, Consejero de SOLUNION y Economista Jefe de Euler Hermes. “En Europa, el aumento de la facturación, la mejora de la rentabilidad empresarial y un coste de capital más bajo, podrían dar lugar a sorpresas positivas. En Estados Unidos, la caída de la inversión en la industria del petróleo y el gas es difícil de contrarrestar por los sectores no energéticos. Después de haber disminuido un -5% en 2015, se espera que las insolvencias empresariales aumenten un +1% en todo el mundo durante este año, el primer aumento desde 2009”. El crecimiento mundial se caracterizará por la divergencia entre los mercados emergentes y las economías avanzadas. La limitada recuperación en las economías desarrolladas (+2,1%) contrasta con el crecimiento de los mercados emergentes que tocarán fondo, al +4%, en los próximos doce meses. Los países golpeados por la recesión como Rusia y Brasil, se seguirán contrayendo, pero de forma menos severa. Otras economías emergentes continuarán experimentando un crecimiento por debajo de la tendencia, especialmente aquellas expuestas a China, los tipos de la FED y los precios de las materias primas. Euler Hermes ha identificado siete factores que darán forma, aún con riesgos, a la limitada mejora de la economía mundial en los próximos meses.

1. El comercio dormilón: se espera que el valor del comercio mundial crezca un +0,9% y un +3,7% en volumen en 2016, en comparación con el crecimiento del +6% anual entre 2000 y 2010. El comercio mundial disminuyó un -9% en 2015, por la bajada de los precios de las materias primas y la caída de las divisas, y se está sometiendo a un significativo ajuste estructural: Las cadenas de valor se están acortando por la erosión en las ventajas comparativas de fabricación de Asia y Europa Central, debido a la tecnología y el aumento de los salarios. El reequilibro de China de la industria a los servicios, reduce las oportunidades de venta para los proveedores primarios e intermedios de bienes. 2. El mercado emergente gruñón: 2015 fue un año muy difícil para los mercados emergentes, y algunos países seguirán siendo muy vulnerables a las crisis económicas y la volatilidad del mercado en 2016. Los BRuNTS (Brasil, Rusia, Nigeria, Turquía y Sudáfrica) seguirán enfrentándose a una serie de desafíos, incluyendo las duras condiciones financieras externas, la depreciación de la moneda, y la dificultad para hacer política. Las causas incluyen la bajada persistente de los ingresos que provienen de los precios de las materias primas, la desaceleración de China y una política monetaria estadounidense que ofrece menos apoyos. Además, sufrirán las presiones internas de la inflación, la desaceleración de la demanda doméstica y las tensiones socio-políticas. 3. Materias primas tímidas: El precio del petróleo permanecerá bajo durante un largo periodo de tiempo, e impulsará a los países importadores de petróleo y perjudicará a los exportadores netos. Aunque el precio del barril de Brent se estabilizase en mínimos históricos, la duración del impacto de la bajada de los precios del petróleo, cuestiona el modelo de negocio de aquellos países que basan sus finanzas públicas y sus decisiones monetarias en el barril. 4. El mocoso mercado financiero: La volatilidad de los mercados financieros va a continuar a lo largo de 2016, con un mercado de materias primas desafiante, lo que añadirá presión a las monedas de los exportadores de estos bienes. Sin embargo, el precio de los productos básicos como el níquel, la soja o el zinc, podría estabilizarse a lo largo de 2016. En contraste, el panorama de las materias primas manufacturadas, tales como el carbón, el cobre, el hierro o el acero, es sombrío, y los precios podrían caer un -10%. También hay riesgo de que las divisas experimenten una segunda ronda de depreciaciones (-5% a -10%), especialmente en Brasil, China, Rusia, Sudáfrica y Turquía, entre otros. 5. Consumidores domésticos felices: Para enfrentarse a las turbulencias mundiales y los cambios estructurales en el comercio global, muchos países se están volviendo más introspectivos, y han comenzado a introducir medidas proteccionistas para estimular el crecimiento del consumo interno por encima de las importaciones. Esta tendencia es clara en países emergentes como India, donde el consumo ha crecido un 13,2% desde 2013, mientras que las importaciones apenas han aumentado un 2%. Mientras, en los mercados desarrollados, el impulso de los precios bajos del petróleo va a disminuir, la inflación subirá por encima del crecimiento de los salarios y se reducirá el poder adquisitivo. 6. Las sabias políticas fiscales y monetarias: A pesar de la caída de las reservas de los mercados emergentes, la liquidez mundial seguirá siendo abundante en 2016, gracias a las compras de activos por parte del Banco de Japón, el Banco Central Europeo y el Banco Popular Chino. La política fiscal está dejando de notar el viento en contra, para sentir un pequeño impulso en algunas de las principales economías. En China, un fuerte incremento en el gasto público está ayudando a mantener el crecimiento a buen ritmo. En Europa, la austeridad fiscal ha terminado, como corroboran los impuestos de sociedades o paquetes de estímulos anunciados para 2016 por la mayoría de los países. 7. Decisiones atontadas y riesgo político: El panorama político global es, una vez más, extremadamente incierto en 2016. Desde el riego del Brexit en Reino Unido, hasta las decisiones de sanciones contra Rusia e Irán, pasando por un calendario lleno de elecciones en las principales economías, incluida Estados Unidos. “La economía mundial tuvo un año 2015 difícil, cuando se dio cuenta que los consumidores chinos no podían salvar el mundo. La reacción de los mercados de valores en las primeras semanas de este año, deja claro que la confianza sigue siendo frágil y sensible a los cambios de políticas y a las noticias que provienen de la segunda economía más grande del mundo.

Sin embargo, vemos algunos aspectos positivos: finalmente la Zona Euro está volviendo a la senda del crecimiento y algunas potencias como India, Indonesia y México, probaron su resistencia ante las turbulencias del mundo emergente. Más que nunca, en 2016, la diferenciación será el factor clave”, zanja Subran.

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