Latinoamérica es un inmenso territorio que comparte un pasado similar, pero tiene un presente muy particular en cada nación. Compartir el idioma es una ventaja, pero no hay que quedarse ahí, ya que en total pueden encontrarse más inconvenientes. Suponer que España sigue siendo el país de referencia cultural es un error que puede salir caro cuando se trata de hacer negocios. Pero, ¿cuáles son las razones para invertir en una región tan alejada, océano de por medio y con una cultura que ya no reconocemos? Javier Fuentes Merino, CEO del Grupo Venta Proactiva, afirma: “Para que una empresa lleve a cabo un proceso de internacionalización, sea cual sea su negocio, se debe desarrollar una labor previa de investigación y estudio a fin de aclarar dónde es más conveniente desembarcar, de lo que dependerá también el cómo realizar el proceso de “aterrizaje”, siendo además conscientes de que los primeros años serán económicamente duros”- Y añade: “Por ello, si las razones para proyectarse a nuevos horizontes se basan en huir de la crisis, no es recomendable hacerlo; por el contrario, es preferible fortalecerse primero localmente porque se necesitará un respaldo financiero firme desde España al iniciar operaciones en América”.
El método más sencillo y práctico para elegir los mercados de destino es el de la segmentación, como por ejemplo considerar el nivel de vida, el desarrollo, la renta per cápita o las zonas geográficas, teniendo en cuenta siempre que si algo es bueno para unos, no necesariamente lo es para otros. “Sin embargo”, declara Fuentes Merino, “es posible barajar ciertas recomendaciones básicas acerca de algunos países latinoamericanos que han despertado el interés de inversores en todo el mundo”. México es un mercado gigantesco e integra uno de los bloques comerciales más grandes del mundo. Un importante elemento a favor de establecerse allí es su condición geográfica de inmediatez a EE.UU., ideal para sostener negociaciones con el país del norte; junto a ello, México cuenta con una alta seguridad jurídica pero muy autoabastecido y avanzado. Tiene un alto riesgo con los impagos y retraso en el abono de facturas. Elegir este país como destino es interesante sólo si hay buenas posibilidades de conseguir un elevado volumen de negocio. Muy cerca se encuentra el mercado latino en EE. UU., con unas facilidades legales de inversión altamente seductoras. Sin embargo, Javier Fuentes advierte que “es un mercado tan competitivo que, de apostar por esa opción, sólo se conseguirá la victoria siendo líderes desde el principio. Si no tiene una reputación construida, es mejor no intentarlo”. Otro gigante a considerar es Brasil. Su atractivo indiscutible es el colosal volumen de ventas que se puede alcanzar allí. Sin embargo, por ahora tiene más en contra que a favor: a la inestabilidad social que le caracteriza se le suma el alto proteccionismo interno y los elevados costes a pagar en prácticamente todo. Además, legalmente hay que tener socios locales, con las ventajas e inconvenientes que conlleva. En general, no es el momento de invertir en este país. Centroamérica y las islas del Caribe se pueden considerar un todo, cuyo eje comercial es Panamá como plataforma logística y Costa Rica su núcleo turístico. Existe un buen clima de negocios, pero la economía en general aún está en proceso de desarrollo al existir un volumen limitado de consumo debido a una clase media no muy numerosa. “Insertarse o no en este entorno dependerá del ciclo de vida de los bienes y servicios que se propongan”, señala el CEO del Grupo Venta Proactiva. Finalizando con los países de la región norte, encontramos que Perú es la estrella. Para constatarlo, basta observar su fuerte y continuo crecimiento económico a lo largo de la última década, impulsado por las políticas de gobierno liberales que han aligerado bastante los costos arancelarios de exportación y han posibilitado que Perú se convierta en un socio comercial de Europa.
Para quienes enfilen su camino hacia este pujante país, los sectores productivos que al momento ofrecen mayores oportunidades son el primario y secundario. En el extremo sur, Chile lidera las preferencias. Entre sus atractivos se valora mucho la seriedad de su política macroeconómica, con normas arancelarias bastante razonables y un clima social generalmente estable. El riesgo es llegar tarde a la fila de empresas que, venidas de todo el mundo, han escogido esta nación para expandirse. Argentina, a raíz de la complicada situación macroeconómica que atraviesa, sostiene un nivel de riesgo país no conveniente para inversores precavidos. El volumen de negocios en el resto de países latinoamericanos es poco representativo, a excepción de algunas oportunidades muy específicas, vinculadas por lo general con el sector primario. “Así es como en el Grupo Venta Proactiva, desde nuestra experiencia, percibimos las distintas realidades económicas de los países latinoamericanos, ya sea para abrir una filial o llegar a través de alianzas estratégicas de menor inversión. Por el importante rol económico que la región va adquiriendo, es una visita que conviene realizar, sin prisa y sin pausa”, resume Javier Fuentes Merino.