Las pruebas de solvencia afectan a las 70 mayores entidades de la Unión Europea. De ellas, cinco, Santander, BBVA, Bankia, CaixaBak y Popular, son españolas.
La Banca española ha sido una de las más perjudicadas solo por detrás de Grecia. Según anunció la Autoridad Bancaria Europea, las cinco grandes entidades financieras españolas tendrán que recapitalizarse con 26.161 millones de euros para cumplir con los nuevos requerimientos de capital de la Unión Europea.
La Asociación Española de Banca (AEB) destacó que los cinco bancos españoles afectados «están en posición» de cumplir la exigencia de un 9% de capital principal en julio de 2012 «por sus propios medios y en los plazos establecidos», no teniendo que recurrir a fondos públicos.
Pese a que los bancos españoles implicados, han declarado que podrán cumplir con los nuevos requisitos y no necesitaran fondos públicos, esta decisión ha provocado más incertidumbre en el sistema financiero español, y según la patronal de la banca española, las nuevas exigencias europeas debilitan la estabilidad financiera al «minar la confianza» en la deuda de países solventes de Europa.