Jesús Centenera.
Ageron Internacional.
De cómo realizar un estudio a lo largo de 6.916 km
Cuando era muy joven, hace más de treinta años, tuve la suerte de poder viajar a Australia y recuerdo, como si fuera ayer, la excursión con la familia a Botany Bay, en Nueva Gales del Sur, descubierta por James Cook, capitán de la Royal Navy, avezado marino, intrépido explorador y excelente cartógrafo. A raíz de ese viaje, me sumergí en todos los libros que pude encontrar sobre Cook, fascinado por sus tres viajes en busca de la mítica Terra Australis, para la exploración del Pacífico o del paso por el océano Ártico, pasando muchas horas de lectura sobre este fascinante personaje.
Todo era apasionante y estaba cargado de la emoción de la aventura: desde los nombres de sus barcos (HMS Endeavour, Resolution, Adventure y Discovery), hasta los pueblos encontrados (aborígenes australianos, maorís de Nueva Zelanda, polinesios, etc.), pasando por esa sensación ante tierras no holladas antes por los europeos en el Atlántico sur y en la inmensidad del Pacífico. En sus casi 10 años en el mar, cubriendo 150.000 millas náuticas, realizó un trabajo de cartografía moderna con un enfoque claramente científico, de gran utilidad para la pesca, el comercio y la colonización, aunque para mí, nada era más importante que la aventura en un horizonte ilimitado.
En los estudios de mercado internacionales es normal tener que desplazarse a grandes distancias, pero suelen ser en avión, por lo que no se llega a tener esa sensación de vértigo ante la inmensidad del planeta, aunque haya escenas inolvidables, como sobrevolar los Andes o los Alpes Neozelandeses; los glaciares que cubren Groenlandia o los fiordos; o contemplar, atónito, como se funden en un abrazo dos ríos de diferentes colores en la Amazonia. La fascinación por la extensión de la tierra pude experimentarla, en un estudio sobre el aceite de oliva y las aceitunas en la Federación rusa, viajando desde la Rusia europea, hasta el majestuoso Lago Baikal, recorriendo millas y millas de taiga siberiana, seguidas de una estepa sin fin en el Transiberiano. Y como todo en Rusia es a escala continental, tuvimos que realizar un trabajo ciclópeo: a diferencia de otros estudios previos, cubrimos 10 ciudades en todo el país, de San Petersburgo a Irkutsk, pasando por Moscú, Ekaterimburgo, Omsk, Krasnoiarsk y Novosibirsk; realizamos 43 tomas de precios en supermercados; entrevistamos a más de 50 expertos y realizamos 1.200 encuestas a consumidores a lo largo de 6.916 Km. de la “madre Rusia”. Lo bueno de esta profesión es que, a la par que realizas un estudio de mercado exhaustivo, te ofrece la oportunidad de realizar un viaje extraordinario (sin contar el fin de semana en Ulán Bator).
La carrera de Cook como marino y explorador terminó en una playa de Hawái, muriendo en una reyerta con los nativos y pasando de la historia a la leyenda. Su vida ha inspirando a miles de jóvenes en todo el mundo a emularle, a cruzar nuestro planeta de manera incansable, aunque, he de reconocer, que yo, de momento, no tengo ningún interés por entrar en la leyenda, y me contento con poder mirar el paisaje desde el tren.