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Opinión

Ahora más que nunca, la salida es salir…

Opinión

Alfonso Ortega Giménez
Profesor de Derecho internacional privado de la Universidad Miguel Hernández de Elche.


 
La internacionalización
es la clave de
supervivencia para
todo tipo de empresas

El presente artículo muestra la importancia de adaptar los procesos de internacionalización en las compañías españolas en el complicado escenario económico de crisis global.

1. Reflexión inicial: tiempo de crisis… un momento para aprender…

Cuenta la leyenda que toda la población de una tribu africana se reunió en una aldea de la República de Djibuti, un pequeño Estado en el cuerno de África, al sur del Mar Rojo. El motivo bien valía la pena: el más venerable anciano de la tribu iba a cumplir 70 años. Prácticamente nadie llegaba a esa edad en esa zona del mundo: sin ir más lejos, la esperanza de vida en dicha república era (y sigue siendo, desafortunadamente) de 45 años, a pesar de las anunciadas mejoras económicas y sociales prometidas por la comunidad internacional en los países del área (Etiopía, Eritrea, Somalia). Los escasos medios de comunicación de la capital se trasladaron a recoger las impresiones del anciano, que hacía las veces de jefe tribal. Lo que allí encontraron fue a una persona vital, preparada para intercambiar comunicación con los periodistas y, lo que es más importante, deseoso de aprender. “Solamente quisiera cumplir algunos años más”, dijo el anciano, “para tener la oportunidad de prepararme mejor para el futuro”. ¿Cuál podía ser el acicate de una persona que ya había superado en cinco lustros su expectativa de vida? Es difícil de comprender desde nuestra perspectiva occidental, desde la erróneamente considerada sociedad del bienestar. Sin embargo, una persona como aquel anciano sí tenía claro algo: siempre es buen momento para aprender.

2. Tiempo de crisis… internacionalización empresarial…

Hasta mediados de 2008 no se hizo pública la crisis económica española, pero bien es cierto que, sus primeros indicios aparecieron en 2006. La recesión ha sido notable para los empresarios desde esas fechas y, poco a poco, han tenido que ir buscando alternativas para poder llevar hacia adelante sus negocios. Una de las mejores soluciones encontradas, ha sido la exportación, tanto de productos como de servicios; pues se está buscando en otros países la demanda y los precios que no se pueden obtener en este momento dentro de nuestras fronteras. En un mundo cada vez más globalizado, la internacionalización empieza por convertirse en una clave de supervivencia no sólo de las grandes empresas sino también para muchas pymes, pues el objetivo es continuar creciendo cuando el espacio doméstico se ha quedado pequeño y es preciso ampliar horizontes, aunque, en otras ocasiones, el motivo es la necesidad, la de seguir a nuestros clientes allá donde vayan, y evitar así que algunos de nuestros competidores se crucen en el camino.

 
En tiempos de crisis la
solución pasa por la
internacionalización

Las razones que inicialmente nos pueden hacer pensar que las exportaciones son operaciones más complicadas que las ventas realizadas en el mercado doméstico son cuatro y están relacionadas con las diferencias que existen entre los distintos sistemas jurídicos, aduaneros, de comunicación, costumbre comercial y de lenguaje. Y hasta no hace mucho tiempo, también podría considerarse que se configuraba como un proceso más complicado debido a las diferentes documentaciones que eran necesarias, la existencia de unas mayores barreras arancelarias y trabas aduaneras, y a que el transporte resultaba costoso e incluso inseguro. A pesar de las diferencias que comportan las ventas orientadas al mercado nacional o al mercado exterior, podemos afirmar que estas diferencias no son tan profundas como se nos ha hecho pensar. Puesto que, tanto el mercado nacional como en el mercado exterior, existen clientes con hábitos de compra diferentes, además, la necesidad de producir productos con precios competitivos es inherente a cualquier mercado, tanto en un mercado como en otro nos encontremos con dificultades relacionadas con las posibilidades de nuestra empresa, las de posicionamiento, etc., la diversidad de canales de comercialización, así como los procedimientos administrativos, de transporte y entrega de mercancías se presentan en cualquier mercado. Por último, independientemente de los métodos utilizados y de los mercados de referencia se hace imprescindible para la supervivencia de cualquier empresa los procesos de facturación y cobro de los bienes o servicios prestados.

Eso sí, por parte de los poderes públicos se debe fomentar la internacionalización empresarial: elaborando e implementando un Plan especial para identificar los sectores y los procesos empresariales susceptibles de crecer hacia el exterior, para detectar necesidades, priorizar las líneas de ayudas a las empresas, orientar desde la administración sobre estrategias empresariales y prestar el apoyo administrativo e institucional necesario a los sectores afectados; estableciendo, junto con los sectores empresariales, indicadores que sirvan por medir y comparar la internacionalización y la actuación de las empresas españolas en el extranjero, en función de los sectores y los procesos empresariales más competitivos; fomentando la internacionalización de las empresas españolas hacia las regiones mundiales más competitivas, como China, India o la región del sudeste asiático, para facilitar la implantación, expansión y consolidación en estos mercados; aprobando un plan de formación orientado de forma específica a la internacionalización de las empresas, tanto en materia de aprendizaje de idiomas extranjeros como de técnicas de marketing, gestión de empresas en expansión, conocimiento de los nuevos mercados, contratación internacional y cultura empresarial de los países de destino; y, como no, financiando una parte del coste que soportan las empresas españolas por acceder al mercado internacional.

No hace mucho tiempo, p. ej., el Vicepresidente del Consell y Conseller de Industria, Comercio e Innovación de la Generalitat Valenciana, Vicente Rambla, propuso a la patronal valenciana un plan de innovación, internacionalización y competitividad para activar la economía de la Comunidad Valenciana y así “salir los primeros de la crisis”. Rambla ha instado a esos representantes sindicales a la tarea de “ir adaptándose a la nueva realidad para ser competitivos” y de “hacer un esfuerzo en innovación tecnológica y comercial para alcanzar los niveles de competitividad que exige ahora el mercado” ante la crisis. En ese sentido, ha apostado por impulsar la actividad empresarial en el exterior como respuesta al frenazo de la demanda de un “mercado interior que está sufriendo una crisis importante en España”.

La globalización exige de manera creciente a las empresas su expansión internacional, no sólo mediante el incremento de las exportaciones y de las importaciones, sino también a través de la inversión exterior. Junto a la política de marcas comerciales debe afrontar la necesaria expansión en los países de mayor crecimiento como son actualmente China e India o los nuevos Estados Miembros de la Unión Europea (primando, en cada caso, aquellos mercados con menor incidencia de la coyuntura actual). Las alianzas, consorcios y acuerdos entre empresas para adquirir el tamaño más apropiado con el fin de penetrar nuevos mercados constituyen formas de ganar rápidamente experiencia y escala y, simultáneamente, diversificar riesgos.

3. Tiempo de crisis… formación, información y profesionalización…

La internacionalización de una empresa supone una inversión en tiempo y recursos humanos que se amortizará a largo plazo, esto hace que como paso previo a cualquiera acción a realizar debe ser analizadas desde el punto un de vista financiero y de compromiso empresarial, previo al inicio de la actividad exportadora. Una vez que el empresario haya realizado la proyección de su actividad comercial en los mercados exteriores, deberá realizar una serie de análisis previos tanto internos como externos que le permitan seleccionar objetivamente su oportunidad comercial más rentable, consiguiendo con ello transformar una “aventura” exportadora en una diversificación a riesgo controlado, de sus mercados compradores.

 
La garantia de éxito
es mostrar la mejor
preparación

Si la Comunidad Valenciana, como dice el Conseller “tiene que ser de los primeros en salir” de la crisis para llegar a nuevos mercados “antes que otros”, la solución no es otra que la información, la formación, y, sobre todo, la profesionalización. Conocer las distintas materias relacionadas con el comercio internacional y el marco empresarial en el que éste se desarrolla: la Economía internacional, el derecho de la Unión Europea, la Contratación Internacional, el Marketing Internacional, la Nueva Economía, el Transporte y Seguro de Transporte Internacional, la fiscalidad en el comercio internacional, o la Financiación internacional deben estar en la hoja de ruta de las empresas españolas.

Amparados por un idioma universal, la pertenencia a un entorno de riqueza y la clara proyección exterior, al profesional español sólo le cabe una cosa para asegurarse el éxito, mostrar la mejor preparación. La mejora continuada de la formación de los trabajadores junto a la profesionalización del empresario constituyen las formas más eficaces de asegurar el futuro de las empresas (y, si no, que se lo digan a los alumnos del Master en Abogacía Internacional del ISDE, a los del Master en Comercio Internacional de la Universidad de Alicante, o a los del Executive Master in International Business de la Universidad Miguel Hernández de Elche; que, actualmente, están ocupando puestos de responsabilidad en los departamentos de comercio internacional de nuestras empresas). La formación de expertos en la dirección y gestión del comercio internacional por medio de programas en el que se preste especial atención a las cuestiones prácticas, posibilita, sin duda alguna, la incorporación al mercado de trabajo con mayores garantías de éxito profesional. Ahí es donde profesionales como los Economistas, Abogados, Graduados Sociales, Asesores de Empresas… deben aparecer; y, deben hacerlo con el rigor, la calidad, la seriedad y el prestigio que siempre les ha caracterizado. Su integración en el entorno económico, productivo y laboral que conforma el tejido empresarial español se hace, hoy más que nunca, necesario.

4. Reflexión final: tiempo de crisis…tiempo de cambios…

En definitiva, los empresarios deben levantar los ojos del barrizal de la crisis y mirar hacia el más allá, al extranjero, en busca de una solución… ¿Cuál?… pues, la internacionalización empresarial. Las empresas que apuesten por fomentar la apertura al exterior resistirán mejor esta crisis y saldrán reforzadas de ella. Hay que aprovechar las oportunidades de las empresas con vocación exportadora al defender que de este modo se capeará mejor el temporal…fuera de España también se está mal, pero hace menos frío. Y para combatir esas bajas temperaturas, frente a los malos augurios, las malas noticias de todos los días, las evidencias de los datos que nos pueden atenazar, hay que dar soluciones y reaccionar porque de esta crisis sólo podremos salir con la ayuda de nuestras empresas… Ahora más que nunca, la salida es salir… en tiempos de crisis, la solución pasa por la internacionalización empresarial…

Alfonso Ortega Giménez
Profesor de Derecho internacional privado de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

 

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