Las cuatro grandes economías (Alemania, Francia, Italia y España) de la zona euro, se reunieron el pasado viernes en Roma para debatir sobre el futuro de europa. El anfitrión, el italiano Mario Monti, puso como contrapunto un mensaje de cohesión y solidaridad: los cuatro grandes propondrán a sus socios, en la cumbre del próximo 28 y 29 en Bruselas, el lanzamiento de un programa de estímulo para la economía europea, una especie de Plan Marshall por valor de unos 130.000 millones de euros, equivalentes al 1% de todo el PIB de la UE.
Los cuatro líderes europeos llegaron a un acuerdo sobre la necesidad de controlar el déficit público y de hacer reformas estructurales a nivel nacional y a nivel europeo.
En la reunión, los líderes no explicaron de donde saldrán esos 130.000 millones. La única vía nueva de ingresos que se mencionó es la creación de una tasa sobre las transacciones financieras, inspirada en la llamada tasa Tobin, con cuya creación todos estuvieron de acuerdo, aunque a Merkel se la haya impuesto su oposición socialdemócrata a cambio de apoyar el pacto fiscal. Pero no parece que la nueva tasa pueda ponerse en marcha a corto plazo, por lo que los recursos deben manar de otra fuente. Además de reasignar partidas no gastadas de los fondos de cohesión, se trata de aprovechar al máximo las capacidades del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar proyectos que multipliquen la competitividad de los países europeos (como infraestructuras, energías verdes y tecnologías avanzadas).
El presidente español, señaló tras la reunión que quedó patente «la decidida voluntad de poner en marcha todos los mecanismos que sean precisos para conseguir la estabilidad financiera en Europa» y la «apuesta clara y contundente para el futuro de Europa. Queremos más Europa, queremos una unión política, queremos una unión económica, queremos una unión bancaria y una unión fiscal».
Rajoy comentó que la reunión ha significado una «apuesta indiscutida por la irreversibilidad del euro, que es, sin duda alguna, el proyecto más importante que hemos puesto en marcha los europeos a lo largo de muchísimos años».
Por su parte, el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Monti, puso el acento en que las principales economías defenderán una serie de acciones para «relanzar la economía, las inversiones, el empleo y aumentar la competitividad en Europa».
La creacción de empleo
La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó que los países han hecho muchas reformas para mantener la estabilidad del euro. También aludió a los instrumentos de solidaridad que se han creado, pero ahora se trata, dijo, de trabajar más intensamente en la creación de puestos de trabajo: «Ahora hay que trabajar más intensamente ahí después de que nos hemos ocupado intensamente de las economías nacionales».
Merkel también mostró su satisfacción por el apoyo de los cuatro a un impuesto a las transacciones exteriores y ha abogado por la «unión política» de la UE.
Para el presidente francés, François Hollande, la reunión fue muy positiva para que el Consejo Europeo de la próxima semana marque un proceso para «dar confianza a la zona euro».