La República Dominicana es una de las economías de América Latina que ha registrado un mejor comportamiento económico y funcionamiento institucional. El crecimiento del país ha sido uno de los más elevados de la región en los últimos 25 años y se espera que se mantenga en torno al 5% durante los próximos dos años. Además el clima de seguridad jurídica y política son factores que benefician las inversiones en el país.
Su situación geográfica en la isla de la Española, en el centro del Caribe, coloca a la República Dominicana como un atractivo hub logístico para la ejecución de proyectos en otros puntos de Iberoamérica. Además de la logística, el mercado dominicano ofrece oportunidades de negocio e inversión en infraestructuras, energía, agroindustria, construcción y minería.
Además hay que hacer hincapié en su potente sector turístico, donde las inversiones de empresas españolas están detrás del 60% de los alojamientos en la República Dominicana, primer destino de inversión y turismo del Caribe, con casi 6,2 millones de visitantes en 2017.
En cuanto al comercio bilateral entre España y la República Dominicana, las ventas de productos españoles alcanzaron los 560 millones de euros, frente a los 1.800 millones que vendió en total la UE al país caribeño. Las principales partidas objeto de exportación desde España han sido sobre todo productos industriales y tecnología, junto con bienes de consumo y agroalimentarios.