La República Dominicana quiere atraer inversión española a sus zonas francas, principalmente en sectores manufactureros como el textil, calzado, electrónica y material médico, así como en el de agroalimentación. El objetivo es dar a las empresas españolas seguridad, ventajas arancelarias y facilitar acuerdos de libre comercio para acceder a un mercado de consumidores de casi 900 millones de personas.
Las zonas francas, que concentran el 58% de las exportaciones empleando a más de 160.000 personas, con un volumen de negocio estimado de 5.300 millones de dólares, son uno de los principales atractivos del país caribeño.
La República Dominicana es la economía más grande de la región del Caribe y presenta un fuerte crecimiento económico. En 2016 la economía dominicana creció a un ritmo del 6,6%.
España es el cuarto inversor extranjero en el país con una inversión total de 260 millones de dólares. Se sitúa así por delante de Canadá, Estados Unidos y México. Por su parte, según datos del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, los intercambios comerciales entre 2012 y 2016 ascendieron a 3.125,7 millones de dólares, de los cuales 2.639,5 millones fueron importaciones españolas y 486,2 millones exportaciones de la República Dominicana a España.