El Reino Unido sigue estando «unido», ya que el referéndum celebrado ayer en ha respondido NO a la aspiración soberanista escocesa.
El apoyo a la unión ha sido del 54%, frente al 46% cosechado por los separatistas. La caída de la libra en las bolsas en vísperas de la consulta parece haber desempeñado un importante papel en la decisión de los escoceses, de los que han acudido a votar un 84%, una altísima participación. Los nacionalistas encabezados por Salmond aceptan el resultado pero demandan más autonomía a Londres.
El pacto de gobierno entre las tres fuerzas políticas asegurará a Escocia un sistema propio de salud y una mejor distribución de los recursos. Este amago de secesión, en cualquier caso, deja en el país un rastro de preocupación sobre su futuro, ya que se espera que otras regiones como Gales e Irlanda del Norte planteen a su vez sus demandas de autonomía.