La fuerte inflación, en consecuencia, la depreciación del real, pueden llevar al gobierno brasileño a bajar algunos aranceles a la importación.
El objetivo es intentar contrarrestar ese impacto al reducir los aranceles aplicados sobre el acero, los productos químicos y el vidrio. Con este anuncio del ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, se dio respaldo a los precios de las acciones de la siderúrgica Usiminas y la petroquímica Braskem. El real ha caído a su nivel más bajo en los últimos cuatro años, de ahí que se haya generado inquietud en el ejecutivo brasileño y se pretenda observar cómo se comporta el dólar para actuar en consecuencia y prevenir el encarecimiento de los bienes importados.
