Tras la revisión del INE de las series trimestrales de Contabilidad Nacional, el Instituto anunciaba que la economía española cayó un 0,7% en 2011, frente al 0,4% publicado inicialmente, y que se contrajo un 0,3% en 2010, en contraste con el -0,1% difundido en su día.
Estas nuevas cifras, han alterado los datos trimestrales de esos años, y revelan que la economía española registró un crecimiento trimestral negativo en el tercer trimestre de 2011, aunque leve, al que siguió en el cuarto trimestre un decrecimiento del 0,5% (frente al -0,3% publicado anteriormente) y una caída del 0,3% en el primer trimestre de 2012, por lo que se puede afirmar, que la economía española no entró en recesión técnica en el primer trimestre de 2012, como se pensaba, sino en el cuarto trimestre de 2011, cuando ya acumulaba dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
La contracción trimestral del 0,4% experimentada entre abril y junio de este año es, por tanto, una décima más pronunciada que la experimentada en el primer trimestre. Por su parte, la caída interanual del PIB es de siete décimas más acusada que la registrada en el primer trimestre del año, cuando la economía retrocedió un 0,6% y no un 0,4%, como se publicó inicialmente.
En tasa intertrimestral, la economía española acumula cuatro trimestres de crecimiento negativo, mientras que en tasa interanual el PIB suma dos trimestres de retrocesos.
Según el organismo estadístico, la contribución al crecimiento agregado de la demanda nacional fue siete décimas más negativa en el segundo trimestre que en el primero, situándose en -3,9 puntos, mientras que la demanda externa mantuvo su contribución en 2,6 puntos.
Durante el segundo trimestre, el PIB valorado a precios corrientes aceleró en ocho décimas su contracción interanual, hasta el -1%, con lo que el deflactor implícito de la economía se desaceleró dos décimas, hasta el 0,3%.