El Santander ha inyectado durante el primer semestre del año 800 millones de euros a su filial alemana en varias ampliaciones de capital, lo que deja claro la apuesta de la entidad por Alemania.
La mayor parte de este desembolso se llevó a cabo para pagar en enero la adquisición del negocio de banca comercial de SEB, operación a la que se destinó un total de 494 millones de euros, mientras que los restantes 306 millones van destinados a elevar los niveles de solvencia ante las expectativas de un incremento de la actividad los próximos meses, tanto en el segmento de financiación al consumo como en el tradicional.
Con la adquisición de SEB, el Santander se ha convertido en la sexta entidad del país, después de haber efectuado durante los últimos años una política de expansión por el país a través de Santander Consumer Finance.
Como en todos los países por los que apuesta, la entidad española pretende situarse como uno de los tres principales agentes financieros en los diferentes segmentos en los que opera.