El salvavidas viene desde el exterior - Moneda Única
Opinión

El salvavidas viene desde el exterior

Jose-Maria-Triper

José María Triper
Corresponsal económico de elEconomista.


“Aún siendo necesario potenciar este impulso exterior no se puede olvidar que en un mundo globalizado las crisis son también globales, y tras Grecia, Irlanda y Portugal, se han empezado a tambalear España e Italia, primero; para alcanzar incluso a los monstruos sagrados como Francia y EE UU. Y, en una recesión global, ¿a quién o cuánto vamos a exportar?”

Recesión. Ese es el nuevo jinete que recorre una Europa en la que la crisis de la deuda se está viendo agravada por el estancamiento de las economías, mientras los supuestos líderes de la Eurozona  insisten en un modelo fracasado.

Las recetas del llamado “modelo alemán”  basado en rigurosos ajustes fiscales, que la emperatriz Merkel exporta  al conjunto de la Unión, ha provocado un estrangulamiento en el crecimiento de las economías nacionales que en el caso de España apenas va a alcanzar un 0,7 por ciento a final de año –necesita crecer por encima del 2,5 por ciento para crear empleo-, y con una caída en primer semestre del 1,9 por ciento en la demanda interna, es decir el consumo y la inversión de nuestras administraciones, empresas y familias. Una tasa pírrica de crecimiento similar a la anunciada para Italia o Bélgica, mientras en Alemania no se espera que vaya más allá del 2 por ciento. Esto, y no otra cosa, es lo que están castigando ahora los mercados, ante la ceguera de la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional.

Y, menos mal, que el sector exterior, fundamentalmente las exportaciones y el turismo, mantiene el tipo y con su aportación positiva nos salva, por ahora, del desastre.

La inestabilidad política y social de los destinos competidores del sur del Mediterráneo ha sido el revulsivo del turismo, mientras que la internacionalización de las empresas españolas en los años de las vacas gordas, muchas veces a pesar de las políticas de los gobiernos de turno, está dando ahora sus frutos en forma de retornos económicos para las cuentas del país y para las particulares de las compañías, como demuestra el hecho de que entre enero y junio la cifra de negocio en el exterior de las 35 empresas del Ibex crecía un 12,9 por ciento, hasta 111.952 millones de euros, mientras que su facturación interna se limitaba a 76.694 millones, con una mejora del 4,2 por ciento. O lo que es lo mismo, que hoy, seis de cada diez euros de nuestras grandes empresas vienen de los mercados internacionales y que son los puestos de trabajo que en su momento se crearon fuera los que están permitiendo mantener el empleo dentro.

Pero, aún siendo importante y necesario potenciar este impulso exterior no se puede olvidar que en un mundo globalizado las crisis son también globales, y así estamos viendo como tras Grecia, Irlanda y Portugal, se han empezado a tambalear España e Italia, primero; para alcanzar incluso a los monstruos sagrados como Francia, Alemania y EE.UU., amenazados también por la recesión o el estancamiento de sus economías. Y, en una recesión global, ¿a quién o cuánto vamos a exportar?

No olvidemos que Francia y Alemania son los dos primeros clientes de España y los destinos a los que se dirigen casi el 30 por ciento de todas nuestras ventas en el exterior, mientras que EE.UU. se ha convertido en uno de los primeros destinos de inversión de las multinacionales españolas en los últimos años tras el desembarco de las constructoras, algunas tecnológicas y los grandes bancos.

Por eso es tan importante reactivar el consumo y la inversión internas, las nuestras y las de los países desarrollados, y es también por eso que Europa necesita un cambio de modelo quizás menos ortodoxo pero si más efectivo. Un nuevo modelo económico que incentive la inversión, estimule el consumo y reactive la financiación a las empresas. Porque, solo creciendo, las economías europeas podrán hacer frente al servicio de la deuda, mientras que empecinarse en las recetas fracasadas sólo nos lleva al hundimiento y a recesiones a la griega.

 

José María Triper
Corresponsal económico de elEconomista.

 

 

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