En los últimos 10 años, la producción del sector de la alimentación ascendió a 85.100 millones de euros y las exportaciones a los 16.400 millones, pese a la caída de 2009.
Este estudio recoge las perspectivas y estimaciones de futuro de los principales sectores económicos. Entre los datos que aporta el informe, cabe destacar cifras como las 30.000 compañías y casi medio millón de empleados que mueve un sector menos vulnerable a los temidos efectos de los problemas económicos y del que depende, en gran medida, la recuperación económica de España.
El sector de alimentación es uno de los pocos sectores que ha arrojado datos positivos al balance económico. En 2010 finalizó con un aumento de la balanza comercial, alcanzando un superávit de 764,6 millones de euros.
Durante 2010, las exportaciones aumentaron un 9,1% con respecto al año anterior. Las importaciones han seguido la misma tendencia aunque el porcentaje no es tan elevado, mostrando un incremento del 8%.
El informe asegura que este año va a ser un año propicio para las fusiones o adquisiciones de compañías. La situación del mercado actual, que no ha logrado alcanzar una situación de fortaleza total, y las oportunidades de negocio son la clave.
La crisis ha conducido en muchos subsectores de la alimentación, como frutícola, verduras o cárnico, a ser más proactivos en los mercados internacionales, lo que ha repercutido muy favorablemente en la balanza comercial. La otra cara de la moneda la representa el sector de las bebidas espirituosas, que ha visto como caía su impacto en la economía. Según las previsiones de Crédito y Caución, en 2011 esta tendencia no va a cambiar, si bien es cierto que el sector moderará su caída. En una línea parecida, aunque sin un impacto tan fuerte por las dificultades económicas, se encuentra el sector de los lácteos. Otros que han perdido fuerza han sido los comercios de droguería y perfumería, por la disminución del poder adquisitivo de los hogares españoles.