La deuda de las entidades españolas se fue engordando durante 2011 y comienzos de 2012, ya que los préstyamos entre bancos era el cauce habitual para conseguir dinero. En particular las entidades españolas se beneficiaron con avidez de las operaciones extraordinarias de financiación a 3 años lanzadas por el BCE en diciembre de 2011 y febrero de 2012.
A partir del verano las tensiones en los mercados fueron menores ,y la deuda con el BCE se ha ido reduciendo desde el pico de 388.736 millones registrado en agosto hasta los 313.109 millones de diciembre.