Hasta el momento, las negociaciones se han centrado en la parte normativa del tratado, que conlleva las reglas de origen, las compras públicas, las inversiones y los servicios, y la resolución de disputas. Los mayores problemas en la negociación vienen marcados por los productores de carne europeos, el proteccionismo de Argentina sobre su sector automovilístico y la inclusión de cláusulas sociales y medioambientales.
De Gucht afirmó que el acuerdo de asociación puede generar «beneficios sustanciales» para ambas regiones, tanto a nivel económico como político. También alertó de que actualmente la UE está perdiendo cuota de mercado en Latinoamérica, en favor de Asia, «nuestro principal competidor».