En España, el sector cree que están abocados a la ruina si se mantienen los dos modelos regulatorios. Las próximas rondas de negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos para la firma del Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) marcarán el futuro del sector ganadero europeo.
Y las perspectivas, según critica en una nota las principales organizaciones agrarias e Interprofesionales del sector, no son nada buenas. El planteamiento de inicio de ambas delegaciones es mantener sus respectivas regulaciones en producción ganadera en base a «respetar la independencia de los reguladores y de nuestros respectivos procesos regulatorios nacionales. No va a cambiar la manera de regular las políticas públicas como la seguridad alimentaria o la protección del medio ambiente», según uno de los negociadores. Sin embargo, desde España se ve que firmar un acuerdo manteniendo las diferencias existentes entre los dos modelos regulatorios «coloca a los ganaderos y a los consumidores europeos en una situación profundamente injusta e inaceptable».
De hecho, consideran que con este acuerdo «se permitirá la entrada en el mercado de alimentos producidos sin las exigencias comunitarias y a precios inferiores, lo que abocaría a los sectores ganaderos a la ruina». Las asociaciones firmantes de un escrito, entre los que está ASAJA, UPA, Propollo, Anprogapor, Aseprhu, Cooperativas, AECEC o Asoprovac, no están en contra del TTIP si se adopta un único modelo regulatorio (igual, no “equivalente”). Mientras tanto, los subsectores de vacuno de carne y leche, carne de porcino y ave y de producción de huevos (que representan únicamente el 0,47% del PIB de la Unión Europea) consideran justa su exclusión del TTIP.