Los gobiernos de España, Francia y Portugal, junto con la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones han suscrito la Declaración de Madrid con el fin de impulsar las interconexiones energéticas.
Mariano Rajoy convocó la semana pasada en la Moncloa una reunión con el objetivo de avanzar en las interconexiones energéticas europeas y en la financiación de estas a través de fondos europeos, especialmente el Plan Juncker de Inversiones. La cita culminó con la firma de la Declaración de Madrid suscrita por el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, el presidente de la República Francesa, François Hollande, el primer ministro de la República Portuguesa, Pedro Passos Coelho, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Durante la rueda de prensa ofrecida con posterioridad, el jefe del Ejecutivo español explicó que los compromisos alcanzados son muy importantes para las empresas, porque les permitirán acceder a un recurso fundamental para su competitividad a costes mejores y más previsibles, lo son para el medioambiente, porque permitirán seguir desarrollando las energías renovables, y para la seguridad de Europa, ya que facilitarán la diversificación de fuentes energéticas y reducirán la dependencia de suministros de zonas inestables del mundo. También apuntó que el Consejo Europeo de Barcelona fijó, en el año 2012, el objetivo del 10% de interconexión entre los Estados miembros y, aunque se ha avanzado en este objetivo como demuestra la inauguración de una línea de alta tensión entre España y Francia el pasado 20 de febrero, aún queda mucho camino por recorrer.
Rajoy también subrayó la importancia del Plan Juncker para impulsar los proyectos de infraestructura europeos y facilitar el crédito a las pymes. En este sentido, estimó que en ese Plan «encajan a la perfección los proyectos de interconexiones energéticas» y anunció que España, a través del ICO, va a contribuir a la financiación del plan con 1.500 millones de euros.