Según datos de la OMC, los intercambios comerciales en el mundo crecieron solamente un 2,1% en 2013, lo que significa menos de la mitad del promedio del 5,3% registrado en los últimos veinte años.
Sin embargo, España se desmarca de ese patrón, ya que sus exportaciones han crecido un 7,4%, más del triple de la media mundial. Es el segundo mayor crecimiento entre las grandes naciones exportadoras y ha superado incluso a China, el mayor vendedor del mundo, que creció un 6,2%. Sólo el Reino Unido ha crecido más que España en exportación 11,9%, y este aumento obedece a la caída de la libra esterlina.
En el caso de España, es justo lo contrario: el que el encarecimiento del euro ha sido determinante para obligar a las empresas a lograr ganancias de competitividad adicionales para seguir vendiendo más fuera de la zona euro y en especial en los países emergentes, de donde va a proceder la gran mayoría del crecimiento del comercio mundial, pese a la fase de estancamiento que viven en la actualidad. Las previsiones de la OMC auguran que los intercambios comerciales en los países en vías de desarrollo crecerán a tasas cercanas al 6%, mientras que en los desarrollados el avance se limitará al 3%.