La empresa prevé entregar una retribución anual a los accionistas de al menos 0,27 € brutos por título en el periodo. La estrategia de la compañía se basará en consolidar su fortaleza financiera, realizar inversiones en negocios regulados y continuar implantando mejoras en la eficiencia. Iberdrola prevé reducir su deuda en 1.800 millones €, hasta los 25.000 millones €, y rebajar su ratio de apalancamiento hasta el 40%. La compañía destinará el grueso de sus inversiones al Reino Unido (41% del total), a Latinoamérica, sobre todo a México (23%) y a los Estados Unidos (17%).
Por áreas de negocio, la mayor partida de las inversiones irá a parar al negocio de redes (57%), al que le seguirán los de energías renovables (22%) y generación (19%), fundamentalmente regulada. Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 2.572 millones € durante 2013, el 7% menos que en el ejercicio anterior, debido a las modificaciones regulatorias y fiscales llevadas a cabo en España. El ejercicio ha estado marcado por el aumento de los tributos, que ascienden a 1.577 millones € (+33%), de los que 1.044 millones € corresponden a España (+99%). Iberdrola va a mantener, a lo largo del periodo 2014-2016, los mismos pilares estratégicos que le han permitido superar con éxito la crisis económico-financiera mundial, esto es, su perfil de riesgo equilibrado, su fortaleza financiera y su eficiencia operativa, de cara a mantener una política sostenible de retribución a los accionistas. En este sentido, y en el marco de un escenario que prevé una evolución al alza del beneficio bruto de explotación (Ebitda) y del beneficio neto del Grupo en el trienio de más del 4% de media anual respecto a los previstos para el ejercicio 2014, la Compañía mantiene su objetivo de entregar una retribución anual a sus accionistas de 0,27 € brutos por título, que podría aumentar en el futuro en función de la evolución del beneficio, con un pay out que oscilará, aproximadamente, entre el 65% y el 75%.
La Empresa prevé lograr este objetivo mediante una estrategia basada en seguir potenciando la internacionalización de su actividad, para lo que llevará a cabo inversiones por 9.600 millones € netos centradas, fundamentalmente, en los negocios regulados y con el foco puesto en el Reino Unido, Estados Unidos y México. Asimismo, seguirá fomentando la implantación de mejoras en la eficiencia y la consolidación de su fortaleza financiera, para lo cual tiene previsto, entre otras cosas, reducir su deuda neta en unos 1.800 millones € para lograr situarla en torno a los 25.000 millones € al final del trienio. Iberdrola va a realizar un importante esfuerzo inversor entre 2014 y 2016, periodo en el que invertirá 9.600 millones € netos (11.200 millones € brutos) con el foco puesto en aquellos proyectos energéticos y países que disfruten de una regulación predecible y estable. De dicha cuantía, el 46% (4.400 millones €) se destinará a la puesta en marcha de nuevas infraestructuras y el 54% restante (5.200 millones €) a inversiones recurrentes en mantenimiento y mejora de instalaciones. Geográficamente, Iberdrola concentrará el grueso de su esfuerzo en esta nueva etapa en el Reino Unido, que se llevará un 41% de la cifra global. Le seguirá Latinoamérica, que se hará con casi el 23% de todas las inversiones, cuyo principal destino será México. Detrás quedarán los Estados Unidos, con el 17%. El resto de las inversiones irá a parar a otros países del mundo. Reino Unido: encara una etapa de crecimiento en el ámbito del transporte y la distribución de energía y de puesta en marcha de proyectos de energías renovables tanto terrestres como offshore. Estados Unidos: también afronta un escenario de crecimiento en el área de redes y de nuevos desarrollos eólicos terrestres. Latinoamérica: en México, potenciará su liderazgo como primer generador privado de energía eléctrica. En Brasil, encara unos años de crecimiento en capacidad hidroeléctrica. De este modo, la Compañía seguirá centrándose en el área atlántica, pero invirtiendo en función de las condiciones económicas y regulatorias de cada país. En este sentido, la reducción de la exposición a España, que será progresiva hasta que haya una coyuntura que haga atractivas las inversiones, responde al significativo impacto de las modificaciones regulatorias y fiscales en las cuentas del Grupo: unos 1.310 millones € en el Ebitda de 2014.