De esta forma, desaparecen las barreras para los pagos dentro de la zona euro. La Zona Única de Pagos en Euros, conocida por su siglas en inglés SEPA (Single European Payment Area), terminó su implantación el pasado 1 de febrero.
A partir de ese día, es obligatorio usar los mismos instrumentos para los pagos y cobros en los 32 países que integran esa área. De esta forma desaparecen las diferencias que quedaban entre pagos nacionales e internacionales en la zona euro, y así, una única cuenta permitirá al cliente gestionar los pagos que haga tanto en su país como en el resto de naciones del área SEPA. 2008 fue el año de lanzamiento de las transferencias SEPA en Europa, que se instauraron con el objeto de facilitar el acceso a nuevos mercados, ya que los pagos entre cuentas ubicadas en los países de la SEPA serán exactamente iguales queun pago nacional.
Además, todos los clientes de entidades financieras podrán con una única cuenta, una única tarjeta o unos instrumentos de pago con idénticas características hacer pagos en cualquiera de los 32 países de la zona SEPA, que está integrada por los 27 países de la UE más Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Mónaco. El principal cambio es el uso del IBAN, ya que las cuentas tendrán a partir de ahora más dígitos de lo acostumbrado, ya que incluirá el código de identificación del país y un dígito de control.