La industria española sigue siendo un pilar estratégico de la economía nacional, aunque su relevancia continúa poco visibilizada en el debate público. Así lo revela el informe El sector industrial en España, elaborado por la consultora GAD3 para Finanzauto, que destaca su papel clave en la competitividad, la innovación y la modernización del tejido productivo.
Según el estudio, la industria representa el 16 % del PIB, con especial protagonismo del sector manufacturero. Aunque esta cifra se sitúa por debajo de la media europea, su impacto en la economía es indiscutible: el 70 % de las exportaciones españolas tienen origen industrial, desde la automoción y la química hasta el agroalimentario.
Empleo estable y altamente cualificado
El sector industrial emplea de forma directa a casi tres millones de personas, con una elevada estabilidad laboral: 9 de cada 10 contratos son indefinidos y los salarios superan en un 18 % la media nacional. Además, más de la mitad de los trabajadores cuentan con formación técnica o universitaria, lo que refuerza su perfil cualificado.
La industria también lidera la inversión privada en innovación, concentrando el 45 % del gasto en I+D, con un tercio de esos recursos destinados a proyectos de sostenibilidad y transición energética. En un contexto de transformación tecnológica y climática, el sector se posiciona como actor central en los grandes desafíos del futuro.
El reto del relevo generacional
Más allá de su peso económico, el verdadero desafío de la industria española reside en garantizar su continuidad. Solo un 12 % del alumnado opta por formación profesional industrial, y la escasez de perfiles técnicos ha generado más de 100.000 vacantes sin cubrir. A ello se suma una percepción entre los jóvenes que asocia la industria con entornos duros y masculinizados, dificultando la atracción de nuevas vocaciones.
Reconocimiento social, pero baja visibilidad
Aunque la mayoría de los ciudadanos reconoce la importancia de la industria para el desarrollo económico, su presencia en el imaginario colectivo sigue siendo menor que la de otros sectores como el turismo. Según el informe, casi la mitad de los encuestados percibe una modernización del sector en la última década, especialmente entre los jóvenes y los titulados superiores. Sin embargo, 4 de cada 10 admiten no estar informados sobre las políticas de apoyo industrial, lo que evidencia un déficit de comunicación institucional.
Brecha con Europa
España destina apenas el 0,4 % del PIB al gasto público en industria, frente al 0,8 % de países como Alemania. Además, la aportación de la industria española al PIB (16 %) está por debajo del promedio europeo, situado en el 20,5 %. Esta diferencia refleja el margen de mejora y la urgencia de reforzar la política industrial para competir en igualdad de condiciones en el mercado europeo.
El informe concluye con una aspiración compartida por la mayoría de los ciudadanos: reindustrializar el país. El 80 % de los españoles cree que la industria debería ganar peso en la economía nacional, convencidos de que solo así se podrá garantizar la autonomía estratégica en un entorno global cada vez más competitivo.