Según el último Economic Outlook difundido por Crédito y Caución a comienzo del mes de julio, el crecimiento del comercio mundial se prevé que mejore hasta el 2,5% en 2024 y el 3% en 2025, en línea con el crecimiento del PIB.
La obtención de estos datos en la expectativa para este año y para 2025 se sostienen gracias a varios factores, entre el que se encuentra la positiva tendencia de industria manufacturera, con costes energéticos más bajos y una producción más eficiente. Además, también se espera que se abarate el crédito.
Esta salida del estancamiento se producirá tras un desalentador 2023, en el que los intercambios registraron una contracción del -1,2%. Un año 2023 difícil ya que los principales mercados europeos se vieron muy afectados por la subida de precios de la energía y otros factores que fueron determinantes para que la evolución del comercio global.
De otra parte, se espera que se mantengan altos los costes del transporte marítimo aunque, por el momento, no se espera que haya limitaciones en la cadena de suministro.
A pesar de estas previsiones positivas, Crédito y Caución destaca en su informe que el crecimiento del comercio será estructuralmente lento a largo plazo, fluctuando ligeramente por encima del 3% y muy por debajo de la media del 4,9% que se obtuvo en las primeras décadas del siglo XXI.
Es de esperar que el desarrollo del Comercio Mundial se mantenga, en la línea que viene siendo habitual en los últimos años, dentro de bloques afines. Por un lado está el compuesto por Estados Unidos, la Unión Europea y otros países de la OCDE y, por otro, Rusia y China. Sobre todo en los sectores considerados estratégicos como la maquinaria y los productos químicos.
El comercio se desvía y se crea menos comercio. El resultado es una menor especialización, menores economías de escala y menos competencia. El impacto económico de este aumento de la fragmentación, bilateral y entre bloques, se concretará en una pérdida de beneficios del comercio internacional.