La comprometida situación de algunas autopistas de peaje, las que se encuentran literalmente en quiebra, podrían ser gestionadas mediante nuevas licitaciones y concurso. Es lo que se está cuestionando por el Ministerio de Fomento.
Hay un buen número de empresas interesadas para pensar que la situación de estas obras pueda encontrar mínimamente el retorno de unas inversiones que hoy ya se sabe que no son rentables desde el punto de vista empresarial. Una de estas empresas interesada por acudir a la licitación es Glovalvia, actual concesionaria de varias carreteras.