El presidente Trump presentó la que es considerada como la mayor reforma fiscal que se ha producido en la primera potencia mundial desde hace casi 40 años. No solo habrá recortes de impuestos para las empresas, también para las personas. Entre otros, su objetivo está en que las empresas estadounidenses que están fuera del país regresen y también que no haya éxodo de las que actualmente operan. Esto también provocaría el descenso del paro y un aumento en la calidad del empleo.
Respecto a las empresas, su impuesto de tributación anual podría bajad desde el 35% actual al 20%. El presidente norteamericano dijo que este recorte favorecerá principalmente a las clases medias. En lo que se refiere a la renta individual, se reducirán los 12 tipos impositivos que hay en este momento a solo tres. También se eliminará el impuesto de sucesiones.