La economía creció un +1,5% en 2015, apoyada por la demanda interna.
El consumo aumentó un +2,6%, ayudado por unos precios de venta del sector retail que solo subieron un +0,5% en 2015. La mejora de la inversión (+4,1%) estuvo relacionada con un incremento de la formación de capital en equipamiento de transporte (+25,6%) y construcción (+4,1%). El PIB debería expandirse un +1,1% en 2016.
Aunque la mejora del mercado laboral debería continuar y el paro caería al 11% en 2017, se espera que el consumo privado se ralentice. Las exportaciones también caerían puesto que no se espera que el euro se deprecie mucho más.