La reunión del Banco Central Europeo no ha traído grandes sorpresas para el mercado y es que el Consejo de Administración ha mantenido su política monetaria sin cambios.
Los decisores políticos han optado por esperar y ver el efecto que tendrán sobre la inflación y el crecimiento las medidas de estímulo adicionales que se llevaron a cabo el mes pasado, antes de comprometerse a tomar más decisiones. El presidente Draghi ha advertido que la inflación podría ser negativa en los próximos meses. Sin embargo, se espera que la recuperación económica continúe en términos generales debido a la mejora de las condiciones de financiación. Draghi ha dejado la puerta abierta a posibles nuevas medidas expansivas al insinuar que recortes de tipos de interés adicionales por parte del BCE eran posibles, que los tipos se mantendrán bajos durante más tiempo del que dura el calendario de compra de activos.
El banco central continuará utilizando «todos los instrumentos» con el fin de garantizar que la inflación y el crecimiento vuelven a sus niveles objetivo. La subida inmediata del euro, por tanto, resulta algo sorprendente teniendo en cuenta los comentarios de Draghi del mes pasado sobre que más recortes de tipos eran «poco probables». No obstante esperamos que el euro fluctúe en los niveles actuales hasta que la Reserva Federal refuerce su mensaje de una próxima subida de tipos en Estados Unidos en 2016.