Se trata de un negocio que se expande a una tasa anual del 6% gracias al aumento de la demanda de viajes de negocios y el turismo. Las compañías de transporte de todo el mundo están aprovechando la tendencia, y con la bajada del precio del petróleo, los beneficios netos podrían doblarse entre 2014 y 2016.
Esto sucedería principalmente en Estados Unidos, aunque la competencia europea sigue siendo muy fuerte.