Solunion, la compañía experta en seguros de crédito, analiza el contexto económico actual de Latinoamérica y su provenir, a partir de un estudio elaborado por Euler Hermes, su accionista al 50% con MAPFRE. Se espera que el crecimiento de la región sea del 0,5% en 2015, algo más bajo de lo esperado debido tanto a las condiciones externas como a determinados retos internos (inflación). Entre todos los motivos, destaca la caída del precio del petróleo, que ha recortado 0,4 puntos básicos al crecimiento regional. Los efectos son muy dispares dependiendo del país. Chile y las economías de América Central se verán beneficiadas por esta bajada. Entre los países exportadores, México y Colombia están preparados para amortiguar el impacto gracias a las reservas acumuladas en los años del auge del petróleo. La caída en los precios de las materias primas y la ralentización de la economía china impactarán en las exportaciones regionales, que además experimentarán los efectos del endurecimiento de las condiciones de financiación.
Esto supone un dilema para la política monetaria: mientras que la depreciación de la moneda requiere el aumento en los tipos de interés para limitar la fuga de capital, la ralentización económica podría requerir políticas de flexibilización. México: el primer exportador de América Latina consolida su liderazgo. Las insolvencias aumentarán en América Latina, especialmente en Brasil, donde se prevé una subida del 9% en 2015, seguida de una del 5% en 2016, un nivel récord desde 2005. Sin embargo, países como Colombia, México y Uruguay están sabiendo aprovechar las circunstancias y serán las rutas de exportación a priorizar en 2015: combinan un crecimiento real de las importaciones superior a la media mundial y un nivel de riesgo país relativamente bajo.
Gracias a la demanda estadounidense, las exportaciones mexicanas han experimentado un continuo crecimiento -a excepción de las energéticas-, que ha beneficiado directamente a los sectores del automóvil y la electrónica. La tendencia debería mantenerse y liderar el crecimiento del país (se espera que las exportaciones aumenten un 5% en 2015 y un 5,3% en 2016). Este éxito se basa en tres pilares: 1. La competitividad del mercado laboral mexicano; 2. El acometimiento de reformas estructurales, iniciadas en 2012 y enfocadas a fomentar la inversión privada en diferentes sectores. 3. La eficacia de los acuerdos de libre comercio, especialmente con Norteamérica, pero también y más recientemente, con la Unión Europea, Israel o incluso Japón. Esta apertura, concebida como una estrategia real a medio plazo, supone una gran dinamización de sus industrias locales.