Presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE |
“En España las ayudas institucionales se quedan sin abordar la segunda fase de la exportación»
Está a punto de cumplir su cuarto año al frente de la Confederación Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa, a cuya presidencia llegó en junio de 2010. Empresario vocacional, hijo de empresario, Jesús Terciado es Ingeniero Técnico Agrícola y gestiona varias estaciones de servicio abanderas por Repsol en Ávila y posee una empresa de proyectos medioambientales. Afable en el trato, de fácil discurso y firme en sus ideas, es también vicepresidente de CEOE. Es un estrecho colaborador de Juan Rosell en el proyecto de reformar y modernizar la Patronal española.
Durante la inauguración de IMEX, usted reveló que 67.000 PYMES abandonaron el exterior en 2013 y una media de 50.000 lo hacen cada año. ¿Cómo se explica esto cuando el sector exterior es el que esta tirando de la economía?
Las empresas españolas, y también las pymes, tienen una necesidad perentoria de buscar mercados fuera cuando el mercado interior se cae, como ocurre ahora. Desde la Administración y desde las organizaciones empresariales trabajamos para convencer a las empresas de que salgan al exterior, organizamos misiones comerciales y agendas, les informamos sobre sectores y mercados potenciales, les presentamos a posibles clientes, pero cuando la pyme consigue el primer contrato el empresario se queda solo y se tiene que defender por sí mismo. En España las ayudas institucionales se quedan sin abordar la segunda fase de la exportación o de la implantación exterior, no profundiza en el acompañamiento y el seguimiento después de la fase de inicio. Ahí es donde fallamos.
Y, ¿qué están haciendo desde Cepyme para solucionarlo?
Estamos iniciando y programando actuaciones de apoyos a esa segunda fase y actuaciones de seguimiento a través de CEOE Internacional, pero todavía tenemos muy escasa capacidad y es una actividad que no es rápida ni da resultados en el corto plazo. El número de empresas regulares que exportan apenas ha crecido el 3,4 por ciento en los últimos años a pesar de todas la que se incorporan y eso es un pequeño fracaso.
Las grandes empresas han dado ya su aval a Mariano Rajoy y confirman que hemos salido de la crisis. ¿Están notando también las pymes esa recuperación?
La situación ha cambiado porque ha mejorado mucho la prima de riesgo, el acceso a la financiación es mejor, mejor para las grandes empresas internacionalizadas que para las pymes porque las pequeñas y medianas empresas dependen más del mercado interior y junto a las familias somos los últimos en notarlo. Es cierto que la crisis ha tocado fondo pero no todos los sectores y todos los territorios se están recuperando a la vez.
¿También se está recuperando el crédito, que es vital para las pymes y los autónomos?
Seguimos con el problema de la financiación porque sí es cierto que el crédito nuevo a las pymes ha crecido en el primer trimestre por primera vez, pero el stock de crédito sigue disminuyendo por encima del 5,4 por ciento en el primer semestre. En cualquier caso las entidades financieras nos vienen a ver mucho más que antes. También es verdad que la evolución de las reformas es, en general, positiva, pero todavía nos queda mucho por hacer, especialmente la reforma fiscal que es esencial para mejorar en competitividad y la creación de empleo y tenemos todavía muchas trabas administrativas.
La oferta del ICO ¿ayuda a resolver el problema del crédito?
La oferta del ICO ha conseguido resolver parte del problema de la necesidad de financiación de las pymes, pero la capacidad del ICO y la de otras entidades alternativas como las SGR, Cesce o Cofides, es muy limitada y, además, se ha centrado en el crédito para inversión y no en el crédito para circulante, que es el más necesitan las pequeñas empresas. Por otra parte también en la oferta del crédito oficial hay sectores que siguen demonizados directamente aunque la mayor parte de su actividad esté en el exterior, a los que se niega la financiación y no sirven las garantías reales como es la construcción, aunque sea para construcción pública o rehabilitación. El atasco está ahí.
¿Está de acuerdo, entonces, con Bruselas en hay que seguir haciendo más ajustes y más reformas?
Más reformas, desde luego. Y más ajustes, pues el Gobierno dice que ha realizado ya la reforma de las Administraciones Públicas, pero nosotros creemos que la reforma de la Administración no está finalizada. Tenemos un Estado excesivamente grande, sigue habiendo muchas duplicidades, demasiados organismos y demasiada burocracia. El Estado nos sigue costando mucho dinero y ahí queda mucho por hacer
Bruselas ha dicho también que la tarifa plana a la Seguridad Social no va a servir para contratar empleo.
Nosotros ya avisamos de que va a ser muy difícil su utilización masiva por las empresas. Nadie contrata porque tenga esas bonificaciones. Además, hay algún sector que apunta que puede haber un problema de competencia desleal. Pero no tenemos todavía datos para valorarla.
En lo que sí estarán más de acuerdo es en la recomendación de rebajar las cotizaciones sociales y compensar subiendo el IVA.
Subir el IVA no. Reducir las cotizaciones sociales sí. El IVA se subió con el compromiso del Gobierno de bajarlo y ahora toca bajar las cotizaciones sociales y no subirlas como se hizo el año pasado. El compromiso del Gobierno era reducir dos puntos las cotizaciones sociales en 2014 y 2015 y no lo ha cumplido todavía.
Comentaba antes de la reforma fiscal como elemento fundamenta para la competitividad y el empleo. ¿Qué piden las empresas a esa reforma?
Primero, disminuir la presión fiscal, que baje el IRPF, que no suba el IVA y, si es posible, que acabe bajando y que baje también el impuesto de sociedades para que se equipare a la media de la UE, porque ahora estamos cinco puntos por encima. Es decir, que haya menos fiscalidad y que ese dinero se quede en las empresas para invertir y crear empleo.
¿Son partidarios de suprimir el sistema de módulos?
Hay sectores en los que el módulo no crea problemas y está haciendo un buen papel. Una tienda que vende directamente al público, un bar, etc, no tiene porqué no seguir con los módulos. Antes se hablaba de que podía ser un factor de fraude fiscal, sobre todo en los autónomos y pymes que tienen como clientes a otras empresas donde puede haber compraventa de facturas. Nosotros pensamos que debería mantenerse para aquellos sectores o negocios que facturan directamente al consumidor.
Finalmente, una vez celebradas las elecciones europeas, ¿qué le piden las pymes españolas a la Comisión Europea y al nuevo Parlamento?
Hemos elaborado un documento de propuestas conjuntamente con UEAPME que es la organización empresarial europea de la pequeña y mediana empresa y que se centra en cinco aspectos que nosotros consideramos fundamentales. En primer lugar, culminar cuanto antes la reforma de los mercados financieros para impulsar el acceso al crédito a las pymes. En este aspecto consideramos que es urgente alcanzar el objetivo de la Unión Bancaria y poner en marcha el Mecanismo Único de Supervisión. Un segundo aspecto prioritario es avanzar en una progresiva homogeneización de los regímenes fiscales. Tercero, garantizar el modelo de competencia efectiva mediante la reducción de barreras de entras y regulando el dumping social y medioambiental. El cuarto punto sería profundizar en las fórmulas de colaboración público-privadas como mecanismo complementario de inversión pública y de transferencia de tecnología a las pymes. Y, finalmente, culminar el mercado interior de la energía.