La producción creció un 41 % el año pasado y así nuestro país ha superado a Francia y a Italia convirtiéndose en el número 1 mundial por producción. Según el ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, las viñas españolas produjeron 51 millones de hectolitros, dejando muy atrás a Francia, con 42 millones y a Italia, con 47, lo que le ha convertido en el número 1 mundial por volumen de producción.
Además, la mayor parte de la producción provino de la región de Castilla-La Mancha, más de la mitad, con una cosecha pujante que obedeció a una primavera muy húmeda y un soleado verano. España posee la mayor superficie dedicada al viñado del mundo, que se ha visto mejorada en los últimos años con innovaciones en sistemas de regadío y plantación, que las bodehas han incorporando invirtiendo grandes esfuerzos económicos.
La productividad ha mejorado, pues, debido a esos dos factores: el clima y la mejora en la eficiencia. Las cifras definitivas, no obstante, serán hechas públicas por la Ogranización Mundial del VIno en mayo.