Japón, otra vez a escena - Moneda Única

Juan Royo Abenia
Economista.


El índice Nikkei de la bolsa japonesa se viene calculando desde 1971 por el periódico económico Nihon Keizai Shinbun. El 29 de diciembre de 1989 alcanzaría su máximo histórico de 38.957,44 puntos. Eran años de locura inmobiliaria y financiera (¿les recuerda a algo?)… La burbuja explotó y sumió al país en una profunda depresión.

Durante mucho tiempo la cotización del indicador se mantuvo en torno a 8.500 puntos. Tras este largo y amargo periodo de frustración los japoneses se muestran conformes a afrontar los cambios (dolorosos) pero inevitables para superar su particular travesía por el desierto. En la actualidad el Nikkei, que engloba a las 225 empresas más importantes que cotizan en Tokio, lucha por superar los 15.000 puntos. Solo en 2013 el índice se revalorizó un 56,72%.

En el último trimestre del año pasado, la economía japonesa creció en términos reales desestacionalizados un 1% intertrimestral, apoyada en una demanda interna que alcanza ya cuatro trimestres consecutivos de crecimiento superior al 3%. A pesar de que esta expansión pueda deberse al repunte puntual de la demanda previo al aumento del 3% del impuesto sobre el consumo, que entrará en vigor en abril de este año, el dato no deja de ser ilusionante. Consumo privado e inversión privada no residencial tuvieron un comportamiento excepcional; inversión residencial, consumo público e inversión pública también anduvieron a la zaga.

La cruz fue para las exportaciones netas (-2,2%). Poco pudo hacer el exiguo crecimiento de las exportaciones brutas del 1,7% frente al de las importaciones (+14,9% frente al 10,1% del trimestre anterior). ¿Los motivos? El debilitamiento de la demanda de los mercados emergentes, el aumento de las importaciones de energía por el cierre de las centrales nucleares, la mayor demanda de electrodomésticos y de teléfonos móviles extranjeros y la mejora del clima económico japonés.

La clave: ¿El primer ministro japonés, Shinzo Abe, aumentará el impuesto sobre el consumo del 8% actual al 10% en octubre de 2015? La decisión se tomará a finales de este año con la vista puesta en el objetivo del gobierno de situar el déficit primario de Japón por debajo del 3,3% del PIB.

No hay que olvidar que, por muy impopular que sea la medida, los japoneses la entienden y se muestran conformes. En la actualidad, el 68% de la población respalda al Gobierno (frente al 63% en julio) y más de un 70% de los ciudadanos están a favor del aumento de dicho impuesto sobre el consumo.

Además, el optimismo del que ha venido haciendo gala el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, podría evitar nuevas medidas de flexibilización monetaria y fiscal, lo que paradójicamente añade más incertidumbre a unos mercados deliberadamente miopes.

El Gobierno japonés intentará estimular el crecimiento económico mediante el gasto público e intentará ejecutar el 70% de su presupuesto anual antes de julio. Sin embargo algunos analistas apuntan a que la escasez de trabajadores de la construcción, materiales y maquinaria pesada podrían ralentizar este objetivo. Vamos, como en España.

Juan Royo,
Economista. Secretario del Consejo Editorial de Moneda Única.

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