Las dos denominaciones de origen se plantean crear una alianza para conquistar juntos el mercado de Estados Unidos, uno de los más importantes del mundo.
Tras la reciente renovación de los consejos reguladores de ambas denominaciones, se ha elaborado un documento de trabajo en el que se plantea adaptar la estrategia para conquistar los mercados exteriores, bajo la premisa de «la unión hace la fuerza». La idea es aprovechar posibles sinergias entre ambas denominaciones de origen, gracias a la actual idiosincrasia de ambas zonas vitivinícolas. Un importante número de bodegas están implantadas en ambas denominaciones de origen y no compiten entre sí al ser blancos en Rueda y tintos en Ribera del Duero.
El mercado norteamericano es de especial relevancia: para Ribera del Duero es el principal destino de sus exportaciones, un 25% del total, mientras que en caso de Rueda Estados Unidos ocupa el tercer puesto, detrás de Holanda y Alemania. Ambas denominaciones han incrementado la venta en plena crisis, en gran medida por la internacionalización. En el caso de Ribera del Duero, el pasado año las ventas alcanzaron un nuevo récord al alcanzar los 77,5 millones de botellas vendidas, 4,6 más que en el ejercicio anterior. En el caso de Rueda, las ventas se elevaron a 63,3 millones de botellas, un 11,33% más.