Con una clara estrategia de crecimiento y grandes dosis de ambición, Puig aspira a convertirse en una de las cinco mayores empresas de fragancias de alta gama en 2014. El mercado, de altísima competitividad, verá a la firma española intentar restar cuota a los amos absolutos como L’Oreal o Procter & Gamble.
No será sorprendente que Puig logre su objetivo, ya que a finales de 2012 ocupaba ya el sexto puesto, con una cifra de negocio de 1.488 millones de euros y un beneficio neto de 173 millones, un 12% más que el año anterior. Tras vivir años difíciles en los que tuvo lugar un relevo generacional necesario y una reorganización de la estrategia, dejando atrás la perfumería de consumo y centrándose en la de lujo, la empresa se encuentra ahora bajo la dirección de Marc Puig.
Forman parte de su catálogo marcas como Carolina Herrera, Nina Ricci y Jean Paul Gaultier. Los próximos pasos van orientados a crecer en Asia y Estados Unidos. En este mercado, la cuota de Puig es de 2,5%, y se espera que crezca tras ceder a Clarins los derechos de distribución de Coty Astor para el país.
Nada menos que el 83% de la facturación de la compañía corresponde a ventas internacionales. Rusia y Brasil son los mercados que más crecen, con aumentos del 69% y del 45 respectivamente. Posee filiales en 21 de los 130 países en los que trabaja y emplea a unas 4.000 personas. Puig también está presente en parafarmacia y moda y el año que viene inaugurará oficina en Arabia Saudí.